Unos 200 jueces y fiscales dejan la toga en el armario y se movilizarán hoy en Málaga para protestar y pedir más recursos e inversiones por parte del Gobierno central. Una huelga de carácter nacional que cuenta con el respaldo de las cuatro asociaciones de jueces y las tres de fiscales. Una unanimidad que deja intuir un seguimiento masivo y que paralizará la actividad en la Ciudad de la Justicia de Málaga. Según los cálculos barajados, estas asociaciones hablan de unos 500 juicios señalados para hoy, y que no se podrán celebrar. Con este parón, es la segunda vez en la historia de la provincia que jueces y fiscales secundan una huelga de este tipo.

Los antecedentes que han derivado en esta situación de crispación hay que situarlos, sobre todo, en el pasado 11 de mayo. Ese día fracasaron, definitivamente, las negociaciones en el Ministerio de Justicia. Los jueces y fiscales piden que se les apruebe un paquete de medidas urgentes, compuesto por 18 puntos, y que se resume, básicamente, en más inversiones y una serie de reformas procesales. El colectivo está harto no sólo por la falta de medios humanos y materiales para efectuar su trabajo, sino también porque el Pacto de Estado prometido por Mariano Rajoy para invertir de forma sostenida en Justicia nunca llega. El juez decano, José María Páez, recuerda que sólo en la capital son necesarios 30 juzgados de manera urgente.

La escenificación de las protestas será, eso sí, moderada y sin grandes alardes en la calle. Sólo habrá una rueda de prensa a las 12.00 horas en la sala cuatro de la Ciudad de la Justicia. Está previsto que se lea un comunicado ratificado por las asociaciones de jueces y fiscales.

Consenso

La mencionada unanimidad otorga al día de hoy un peso específico. Las propuestas han sido aprobadas por 1.200 juntas de jueces en todo el país, además de contar con la adhesión individual de más de 3.500 togados. La unidad en el colectivo es total, sobre todo después de las declaraciones del ministro de Justicia, Rafael Catalá, sobre uno de los magistrados de la sentencia de «La Manada», que tanto rechazo social ha causado. Últimamente también se ha sumado el malestar por el hecho de que se culpe a un juez de haber enviado mal la euroorden para extraditar a España desde Bélgica a varios excargos de la Generalitat. El último revés para el juez Llarena, después de la negativa de Alemania para mandar devolver a su expresidente, Carles Puigdemont.

Con motivo de esta huelga, se han concretado una serie de servicios mínimos. Entre las ocho de la mañana y las tres de la tarde sí se celebrarán las diligencias urgentes, las vistas de medidas cautelares, las causas con preso y continuará impasible la actividad de los juzgados de guardia.