Al norte, Maqueda; al sur, Santa Rosalía, dos barrios separados por la carretera que comunica Campanillas con la Estación de Cártama. A su vez, los dos barrios están divididos de arriba a abajo por el cauce del arroyo Cantos, que más que fuente de agua lo es de insalubridad.

«No puedo tener a las clientas en los probadores diciendo que hay mosquitos. No es normal. Para la imagen de la tienda el arroyo es muy malo», lamentaba el pasado martes Mari Nieves Pacheco, de Maqueda, que tiene la tienda a pocos metros del arroyo.

«No puedo abrir las ventanas durante todo el año», cuenta Rafi Navas, que está a su lado, mientras Manuel, su marido, subraya que la zona es una laguna cada vez que llueve por la deficiente evacuación de las pluviales.

Mosquitos, pero también ratas, malos olores, y acumulación de porquería en un arroyo que como explica esta semana Ana Pozo, de Santa Rosalía, «lleva cuatro años sin limpiarse». Por este motivo, los vecinos reclaman al Ayuntamiento «la limpieza urgente y el encauzamiento». Esta última obra, precisa, para que le dé más pendiente al arroyo.

Porque como detalla esta vecina, que como muchos habitantes de Santa Rosalía nació en Peñarrubia, el pueblo desaparecido bajo las aguas del embalse de Guadalteba, «en la parte de Maqueda hay más pendiente y la suciedad no es tanta, pero cuando llega a Santa Rosalía se acumula la porquería y hay un verdadero punto negro».

Han empeorado la situación unas adelfas colocadas por el Ayuntamiento a ambos lados del arroyo y que nunca se han podado: las hojas terminan en el cauce.

Y como recuerda Ana Pozo, no hace falta que llueva para que salten las tapas del saneamiento y la carretera se llene de toallitas higiénicas, que también terminan en el cauce y empeoran el atasco.

En el punto negro, junto a uno de los puentes, en la zona de Santa Rosalía, se aprecian matorrales selváticos, basura y un estrechamiento muy preocupante del cauce, además de la erosión de las paredes del arroyo.

«Este encauzamiento antiguo es de finales de los 60 o primeros 70. Aquí no se hace ningún tipo de tareas de mantenimiento ni de limpieza y no hay red que separe las pluviales del saneamiento. En Santa Rosalía hay tres aliviaderos de saneamiento al arroyo. No hay ningún tipo de alcantarilla como se puede ver y todo el agua de lluvia se concentra aquí, que se convierte en un gran lago», resumió el concejal socialista Sergio Brenes. El año pasado, explicó, el grupo municipal socialista pidió en una moción un «encauzamiento moderno» del arroyo.

Respuesta de la concejala

La concejala de Campanillas, Elvira Maeso, informó ayer a este diario de que está a la espera del informe de Protección Civil sobre los tramos prioritarios en los que actuar para la limpieza «Y si el arroyo Cantos no entra dentro, lo solicitaremos con fondos de limpieza de arroyos». También informó de que el distrito pedirá a la Gerencia de Urbanismo el proyecto para encauzarlo.