El actual vicepresidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Málaga, Ricardo Nandwani, lidera la única lista que se postula a la coordinación del colectivo de cara a las elecciones internas que se celebrarán el 31 de mayo. Nandwani, que a sus 37 años tomará el relevo del actual presidente, Enrique de Hoyos, es informático, master executive en Administración y Dirección de Empresas además de experto en Transformación Digital. Es cofundador de Gestiona Consultores y Aticco Software y socio de AJE Málaga desde 2008.

¿Qué retos y objetivos se marca al frente de la AJE?

El principal es continuar con el trabajo bien hecho siendo un presidente cercano, como así reza el lema de nuestra candidatura «AJE, más cerca»: estar cerca de los socios, conocer sus inquietudes, qué visión tienen de AJE, qué proyectos y actividades les gustaría desarrollar, y animarles a participar. AJE es de todos los socios, y el objetivo no es otro que aportarles valor, servirles de ayuda en su desarrollo profesional, propiciando un entorno en el que se creen relaciones de confianza y lazos de amistad entre los distintos socios y, cómo no, se haga negocio. Otro de los retos lo fijamos en el ámbito de las relaciones institucionales, tanto a nivel local y provincial como regional y nacional. De todas ellas queremos estar más cerca.

¿Se plantean actualmente más los jóvenes la posibilidad de montar su propia empresa?

Llevamos varios años viendo un cambio de mentalidad entre los jóvenes, que cada vez son más emprendedores y se animan a crear su propio negocio. Pienso que este incremento gradual es debido en parte al buen trabajo que se está haciendo desde la Universidad y el resto de instituciones que ayudan a fomentar el emprendimiento, y por supuesto, desde nuestra propia agrupación.

¿Qué ventajas tienen los jóvenes a la hora de montar una empresa?, ¿y qué obstáculos?

Mucho ha cambiado el entorno económico en los últimos años desde que comenzó la crisis. A día de hoy existen medidas como la tarifa plana de los autónomos (con un plazo cada vez más largo) o la posibilidad de compatibilizar la prestación por desempleo con el inicio de una actividad por cuenta propia, además de otros beneficios como reducciones en el pago de algunos impuestos por inicio de una actividad. Cabe destacar algunas subvenciones ofrecidas por distintas instituciones. El principal obstáculo para la mayoría sigue siendo la falta de financiación. Le siguen la falta de experiencia y conocimiento en materia de creación de empresas (muchas veces no saben por dónde empezar).

Según los datos del Termómetro Empresarial que cada seis meses presentan en el IMFE, la mayoría de jóvenes emprende para escapar del paro ¿Hay que trabajar más para que esta elección sea algo más vocacional?

Creo que ambas motivaciones son buenas. Sin embargo, la persona que emprende también por vocación tiene una ventaja: cuando vienen momentos complicados, la capacidad de resiliencia, tener un plan y una visión a largo plazo de lo que queremos ser, es una gran ayuda para no abandonar el proyecto y trabajar duro para alcanzar nuestras metas.

El término emprendedor suscita controversia. La propia Confederación de Empresarios de Málaga dice que se intenta camuflar la palabra empresario por las connotaciones negativas que despierta en algunos ámbitos sociales ¿Usted prefiere hablar de emprendedor o de empresario?

Yo pienso que debemos sentirnos orgullosos de ser empresarios, como servidores de una sociedad que necesita crear riqueza, empleo, crecimiento personal y en valores... como fin último de nuestra actividad empresarial. Llamemos a las cosas por su nombre: somos empresarios. Y ser emprendedor es una actitud, es atesorar una serie cualidades como tener iniciativas, creatividad, pasión por lo que hacemos, optimismo, una visión... todas ellas deseables a cualquier persona que quiera poner en marcha un proyecto empresarial.

¿Qué segmentos alternativos están despertando la atención de los jóvenes?

Si bien es cierto que los principales sectores en los que se crean empresas son turismo, comercio y hostelería, hay otros como el tecnológico donde existen muchísimas posibilidades de crecimiento debido a la transversalidad de sus aplicaciones en todos los sectores y la transformación digital en la que estamos inmersos.

¿Cuál es la receta para tener éxito o, al menos, para sobrevivir en los primeros años?

Lo primero que ha de tener un emprendedor es un plan de negocio viable sobre el que se sostenga el crecimiento de la empresa, con más o menos detalle. Una vez en marcha, no pensar tanto en el éxito como en la búsqueda del trabajo bien hecho y trabajar mucho, además de ser optimistas y poner pasión en lo que hacemos.

Cuando los jóvenes llegan a AJE a asesorarse, ¿cuáles son sus principales dudas?

A veces vienen muy perdidos, con varias ideas de negocio en la cabeza y muy distintas, con poca concreción. Y la mayoría demandan información sobre ayudas, subvenciones y pasos a seguir para darse de alta de autónomo o constituir una sociedad. Desde AJE les asesoramos y los dirigimos a los distintos organismos que ofrecen ayudas para el emprendimiento.

¿Está mejorando el flujo bancario de crédito al emprendedor? ¿qué alternativas hay?

Aunque el crédito al consumo se ha visto incrementado en los últimos años, el crédito a las empresas en general no. Por sectores de actividad, en el industrial o el tecnológico í que se ha visto un aumento. Existen alternativas como acudir a business angels que pueden invertir capital en la empresa a cambio de una participación. Precisamente para finales de junio en AJE Málaga estamos ayudando a organizar un Foro de Inversión para Emprendedores.

¿Faltan también incentivos por parte de la Administración?

Toda ayuda es poca, y es bienvenida. También son necesarios buenos proyectos, de cara a la concesión de estas ayudas. En general, los incentivos están bien, pero un proyecto empresarial ha de ser rentable por sí mismo.

El todavía presidente de AJE, Enrique de Hoyos, ha señalado en varias ocasiones que las administraciones usan el apoyo al emprendedor como un eslogan pero que luego no se les acompaña convenientemente.

Todos estamos en proceso de mejora continua, y las administraciones (al menos las que tenemos cerca) hacen un buen trabajo cada una en su ámbito, lo cual no quiere decir que no haya que seguir mejorando. Dar feedback es bueno. En AJE hay muchos socios que han sido ayudados por todas ellas y que están en algunas de sus incubadoras. Mi opinión es que debemos de trabajar juntos, complementándonos y aportando lo que mejor sabe hacer cada uno para que Málaga siga creciendo en número de empresas, de mayor dimensión y calidad.