Los vecinos de El Palo están cansados de ir cada mes al médico y tener que contar a un facultativo diferente lo que les sucede. Desde que se jubiló su médico de familia hace cinco meses, el doctor Navarrete, los pacientes que estaban en su consulta, ubicada en el centro de salud del barrio, tienen un doctor distinto cada 25 días. Cuatro hasta el momento, a la espera de que llegue el quinto y sin previsión de que se quede el mismo para atender a los pacientes.

La presidenta de la asociación de vecinos de El Palo, Mercedes Pírez, tilda de «vergonzoso» este y otros muchos problemas que presenta el centro de salud y que denuncian desde hace dos años ante el distrito sanitario y la delegación provincial de Salud.

«Los vecinos están optando por no ir al médico. ¿Para qué? Si al mes siguiente no está el mismo sustituto» explica Pírez. Y es que se quejan de la falta de continuidad del médico de familia y las dificultades que conlleva hacer un seguimiento de su historial clínico y la toma de decisiones, al tener cada mes un médico nuevo con criterios diferentes.

El caso de la jubilación del doctor Navarrete es el último que se ha dado en el centro pero la asociación asegura que de dos años hasta el momento, las bajas de larga temporada se cubren así. «Antes se recargaban los cupos del resto de médicos y en vez de atender a 30 pacientes al día, quizá tenían 45», matiza. La situación que viven ahora es «tercermundista», a juicio del colectivo, y temen la llegada del verano y el recorte de prestaciones que trae consigo la época estival. «Durante el verano no se hacen citologías o cirugía menor, entre otras cosas, y es una época en la que muchas personas aprovechan el periodo de vacaciones para acudir al médico», matizan. El colectivo lo que solicita a la Junta de Andalucía es que «mantenga la plantilla completa del centro» y que, en caso de que sea necesario un sustituto por alguna baja, que el médico se mantenga durante ese periodo por completo.

«Yo he visto como en Pediatría daban cita a tres personas diferentes a la misma hora. Esto no puede ser», explica Pírez, a modo de anécdota para explicar algunas de las situaciones que se dan en el centro de salud.

Ante este escenario, las asociación de vecinos han presentado en los últimos dos años diversos escritos ante la institución pública para explicar lo que sucede y exigir una respuesta, el último hace unas semanas. Sin embargo, a fecha de hoy aún nadie les ha dado respuesta alguna a los problemas que plantean. El verano pasado, incluso, hicieron una recogida de firmas para tener a un trabajador social en su centro de manera exclusivo ( lo comparten con el centro de salud de El Limonar) y una encuesta a la entrada del centro de salud para saber cuál es la opinión que tenían los vecinos del centro. Con una buena nota para el personal sanitario que trabaja en las instalaciones, las principales quejan que señalaron fueron la necesidad de ampliar el centro y urgencias, instaurar ciertas pruebas diagnósticas e incluir algunas especialidades como rehabilitación o traumatología para evitar el desplazamiento al Clínico.