La policía del futuro se diseñará en Málaga

El concejala de Seguridad, Mario Cortés, presentó a mediados de mayo el proyecto ‘Málaga Smart’, que recoge cinco proyectos con una inversión de 210.000 euros que revolucionarán la gestión de las sanciones de tráfico y la protección de los agentes. Pero además se suman otros seis proyectos centrados en la extensión y mejora de la videovigilancia, con una inversión de 1,45 millones de euros que convertirán las 17 cámaras actuales en un centenar, con un nuevo centro de gestión y la incorporación de un software que revolucionará el actual sistema, permitiendo el reconocimiento de actitudes sospechosas.

Este ‘software’ será clave en el cambio de la seguridad en la ciudad. Tiene un presupuesto de 120.000 euros y el apoyo de la UE, que ve en esta iniciativa un laboratorio para extender su uso en Europa. Básicamente se trata de aplicar un programa informático que permita reconocer actitudes sospechosas en tiempo relacionadas con posibles delitos. Así, saltaría una alarma en el centro de control de la videovigilancia si el sistema detecta vehículos a gran velocidad, una pelea, un ruido especialmente grande como un disparo o explosión o actitudes relacionadas con un robo con violencia. Una vez que salte la alarma y se enfoque la zona sospechosa, será el agente encargado del centro de control el que valore si es una emergencia de verdad o una falsa alarma.

Cortés señaló que este tipo de programas ya se están aplicando en algunas ciudades norteamericanas y facilitarán mucho la gestión del sistema de videovigilancia, ante el previsto incremento del número de cámaras a un centenar, con la incorporación de las ya instaladas para el control de tráfico y su extensión en el Centro, los polígonos, playas, parques y mercados.

Minicámaras

Otro proyecto que se va a llevar a cabo es la incorporación de pequeñas cámaras personales que se darán a los agentes de la Policía Local. El presupuesto es bajo, unos 13.000 euros, pero tendrá un importante impacto en el trabajo policial. Durante la pasada Feria de Málaga se hicieron algunas pruebas, aunque las cámaras eran incómodas y obligaban a llevar una mochila. Ahora se quiere apostar por un modelo más pequeño, que se pueda fijar en las galoneras del uniforma de forma discreta y con una autonomía mínima de ocho horas. La idea es que se activen cuando el agente realice una intervención, para que transmiten las imágenes en tiempo real y se graben, pudiendo servir como prueba judicial.

Además, se podrán incorporar sensores que den información del estado del agente, como si ha recibido un impacto, si está en movimiento o dónde se encuentra en cada momento, sin tener que informar por radio en medio de una persecución.

Tráfico

Otros proyectos que irán adelante con la aplicación del 5G y el aumento del tamaño de banda, son los relacionados con el control y gestión de las sanciones, que se podrá realizar ‘online’ y consultando a tiempo real la base de datos de tráfico, así como la capacidad de identificar matrículas de forma automática, sin tener que hacerlo de forma manual.