La Asociación de Vecinos del Centro Antiguo de Málaga ha presentado un escrito al alcalde, Francisco de la Torre, así como a todos los grupos municipales y al Área de Sostenibilidad Medio Ambiental, en el que critica duramente que se haya retrasado la declaración del Centro y de Teatinos como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), lo que implicaría una moratoria en la apertura de nuevos establecimientos hosteleros y una reducción en los horarios de exposición de las terrazas y cierre de los locales. De cualquier forma, abren hasta cierto punto la mano ya que, aunque siguen insistiendo en que las terrazas deberían recogerse todos los días del año a las once de la noche, podrían aceptar un retraso en su recogida siempre que se redujeran las terrazas, tanto en extensión como en mesas y sillas, en un tercio, y sólo durante el primer año de aplicación de las ZAS, con el fin de no dañar mucho la actividad. Piden, por supuesto, otras muchas medidas al sector.

Además de criticar que la propuesta de declaración de ZAS haya sido colgada en la web del Ayuntamiento para que los ciudadanos vuelvan a opinar, sobre todo después de que la Junta de Gobierno Local aprobara el 2 de febrero la declaración y el pleno del mismo mes acordó enviarla a la Comisión de Sostenibilidad Medioambiental, destacan que el Ayuntamiento de Málaga propone en este documento retirar las terrazas los sábados a las dos de la madrugada (hasta ahora, a partir de ese momento ya no se podían servir consumiciones y los clientes podían continuar hasta las tres de la madrugada), y los domingos la retirada se haría a la una de la madrugada, sólo en otoño e invierno, mientras que el resto de los meses sería a las dos, aunque hay excepciones durante 70 jornadas todo el año.

Quitar las terrazas a las once

Así, la postura de los vecinos sigue siendo la misma, pero con un matiz importante: «Es evidente que el único horario nocturno de funcionamiento de terrazas compatible con los objetivos de calidad acústica es el que obligaría a su retirada, como muy tarde, a las 23.00 horas, y durante todos los días del año». «No olvidemos que una declaración de ZAS se aprueba para que sea efectiva y no para que ya de manera anticipada se sepa que no lo va a ser. No obstante, la asociación que represento (Alfonso Miranda Páez firma el escrito) estaría dispuesta a consentir la extensión del horario, durante el primer año de vigencia de la declaración, pero siempre que ello vaya inexcusablemente acompañado de un conjunto eficaz de medidas complementarias».

Consumiciones

Así, durante todo el año proponen que el horario de terrazas y veladores sea a la una de la madrugada los viernes y sábados y a las 00.00 horas de domingo a jueves, pero en ningún caso se podrán servir consumiciones desde los 30 minutos anteriores al cierre.

Además, el estudio técnico de la declaración de ZAS incluye una reducción de mesas y superficie ocupada, que según la zona podría ser de entre un 25% y un 50% de la cifra de mesas. La asociación unifica su propuesta mediante «una reducción general de un tercio de las mesas y de la superficie ocupada, también en un 33%, ello podría suponer una disminución de 4 dBA». «Dicha reducción aparece además como la única medida eficaz para contrarrestar la contaminación acústica existente en los tramos de mañana y tarde y es absolutamente irrenunciable», dicen.

No obstante, reclaman un «verdadero compromiso de los empresarios del sector con el control y la reducción del nivel de ruido», de forma que durante el tiempo de funcionamiento de las terrazas «los hosteleros consigan controlar efectivamente el ruido producido por su actividad, pero no olvidemos que con la declaración entraremos en un periodo del cual al final será necesario valorar las reducciones de contaminación acústica que se consiguen; aunque entendemos que ello forma parte del buen hacer empresarial en estos establecimientos, a modo de sugerencia proponemos: eliminar, como mínimo desde las 23.00 horas, las mesas de más de cuatro clientes, fuente importante de ruido según el estudio técnico; prohibir que haya personas de pie y bebiendo en las terrazas y en las puertas de los establecimientos, según el estudio técnico; instar, de forma proactiva, en general, y con insistencia a los clientes a no hacer ruido».

Reducción del horario de cierre

Incluso, piden una reducción general de los horarios de cierre en los establecimientos de hostelería. «Solamente un adelanto en el horario de retirada de las terrazas tendría poco sentido si no va acompañado de un adelanto también en el horario de cierre general de los establecimientos situados en las ZAS. Entendemos que un horario razonable para el cierre y acompasado con el de retirada de las terrazas sería, para todo el año: de domingo a jueves a la una, y viernes y sábado a las dos».

Reclaman también que las campañas de sensibilización social vayan dirigidas también de forma directa a los visitantes, recordándoles que deben convivir con la población residente, además de hacerlas en diferentes idiomas y formatos para ponerlas en puntos de llegada, museos y zonas de ocio. Otras medidas serían las siguientes: crear una unidad específica de la Policía Local o de inspección que supervise permanentemente la efectividad de las ocupaciones de la vía pública, el cumplimiento de la ordenanza de Convivencia y los incumplimientos manifiestos de los objetivos de calidad de una zona; la prohibición total de la música en vivo o grabada en cualquier tipo de calle, tanto en las vías comprendidas en las ZAS como en las aledañas y la reducción real del número de actividades ciudadanas en el Centro que se hagan con música y megafonía (salvo Semana Santa y Feria).

Sólo el primer año

Todas estas medidas deben contenerse en la declaración, que tendrá un año de vigencia. Reclaman además que se cree un órgano transversal de gestión del ruido con un reglamento que rija su composición y funcionamiento, no se oponen a participar en una mesa de trabajo siempre que se trate solo de hacer evaluación y seguimiento de los resultados conseguidos, así como la instalación de una red de monitorización continua que se refleje vía web y que debería estar operativa al menos en los últimos seis meses del periodo de vigencia de la declaración. Además, piden seguir las actuaciones de las diferentes áreas implicadas mediante la aportación a la mesa de un listado mensual de las acciones efectuadas.

El acuerdo por el que se aprueben las ZAS recogerá que, finalizado el año, si no se aprueba una nueva declaración o se deja sin efecto de forma expresa la anterior, se prorrogarán los efectos de la misma otro año «y así sucesivamente», dicen. «En definitiva, planteamos una declaración de ZAS que incluya un plan de acción que permita el respeto de los objetivos de calidad acústica, y no uno que ya se aprueba a sabiendas de que no lo va a hacer», concluyen en el escrito, fechado el 23 de mayo.