­La Selectividad 2018 se echó este martes a andar en las universidades andaluzas. Es la Selectividad del efecto 2000, la que están haciendo los alumnos llegados al mundo, en su mayoría, con el nuevo milenio y están ya a un paso de entrar a la Universidad. El tiempo vuela.

En Málaga, 3.799 alumnos matriculados inciaron las pruebas que evaluarán sus conocimientos y madurez antes de acceder a la carrera. El 94% suele aprobar (datos de la convocatoria de junio pasado). El problema es la nota de corte. Superar la calificación mínima para poder estudiar el grado deseado y que en algunos casos, por la demanda y los números clausus, es significativamente alta.

Buero Vallejo y un editorial sobre la precariedad juvenil fueron las opciones a elegir que dieron la bienvenida en la mañana del martes a los alumnos en el primer examen. El de Lengua Castellana y Literatura II.

Las primeras horas se desarrollaron sin incidentes. Muchos nervios, eso sí. «Se están jugando dos años de estudio en apenas tres días», reconocía Pablo Lara, presidente del tribunal 1 y decano de Medicina, precisamente Medicina es la carrera más exigente y que tradicionalmente deja una nota de corte más alta, puesto que recibe la solicitud de acceso de los alumnos más brillantes de cada promoción.

Estaban citados en las 17 sedes repartidas por la provincia. Y más allá de las habituales anécdotas relacionadas con la presentación de algún alumno en la sede equivocada, el olvido del DNI o alguna pegatina que otra mal colocada, la historia se ha repetido. Aunque la Filosofía ya no sea obligatoria.

Platón, Descartes y Kant solían repartirse el protagonismo en la primera jornada de la Selectividad de siempre. Pero desde que ésta es EVAU, esta materia no es una asignatura troncal. Y no es elegida por muchos alumnos, la verdad. Lo que sí que no cambia es la sensación de los alumnos de que no es tan difícil como la pintan. «Venía con el pensamiento de que iba a suspender y sin embargo, el primer examen me ha parecido más fácil de lo que pensaba», reconocía, por ejemplo, Sergio Puerto, estudiante del colegio Santa María de los Ángeles, de Carranque.

La mayoría de los alumnos, según reconoció el propio Lara, eligió la opción A del primer examen de la Selectividad. Un fragmento de Historia de una escalera, célebre obra de teatro de Antonio Buero Vallejo. La opción B, por su parte, pedía analizar un editorial periodístico publicado en El País sobre la situación laboral y de precariedad de los jóvenes españoles.

Este martes también se celebraron los exámenes de Lengua Extranjera (la mayoría de Inglés) y de Historia de España. En esta oportunidad, los escolares tuvieron que elegir entre «La creación del Estado franquista» y la «Revolución liberal en el reinado de Isabel II».

A esta fase de evaluación (antigua general) también corresponde una asignatura optativa de su opción de Bachillerato.

En los días siguientes, es decir, hoy miércoles 13 de junio y mañana jueves, 14 de junio, se llevarán a cabo los exámenes de la fase de admisión. Entran en juego el resto de las asignaturas de Bachillerato, pero los alumnos también pueden elegir de qué se quieren examinar, como mínimo de dos materias, puesto que después sólo se consideran las dos mejores calificaciones y no se hace media con el resto.

Este año la cifra de alumnos matriculados para hacer la EVAU se mantiene con respecto al año anterior, con un ligero incremento. La realidad es que en los últimos cursos el número de matriculados no ha dejado de crecer. En la convocatoria de junio de 2017 fueron 7.260 los inscritos para hacer la prueba (finalmente se presentaron menos, en concreto 7.102 escolares). De ellos, 1.252 sólo harían los exámenes de la fase de admisión, con el objetivo de subir nota y poder acceder, un año después, a la carrera en la que seguramente se quedaron con la miel en los labios. En esta oportunidad, son 7.399 alumnos (129 más), pero solo 765 se han apuntado en exclusiva para hacer la fase de admisión.

La calificación global de Selectividad será la media aritmética de las calificaciones obtenidas, debiendo conseguir un mínimo de cuatro puntos para ser declarado apto. La calificación final y definitiva se calcula ponderando un 40% de la calificación global de la pruebas de Selectividad y un 60% de la media del Bachillerato. Para acceder a la Universidad, el alumno debe alcanzar al menos cinco puntos. El 94% aprueba.