­El futuro del mercado de trabajo ante el reto de la economía digital y la necesidad de rebajar las altas tasas de paro que mantiene España (siempre bastante por encima de la media europea) fueron algunas de las cuestiones abordadas ayer por los expertos que participaron en Málaga en las «Jornadas sobre los Retos de la Economía Española» celebradas por la Fundación Unicaja, cuyo objetivo es abrir debates en torno a los desafíos globales y nacionales de la economía.

Uno de los ponentes fue el consejero ejecutivo del BBVA, José Manuel González Páramo, que destacó que ante el reto que supone para el empleo la transformación digital, «lo peor que puede haber de cara al futuro es dejar los brazos abajo y que ocurran las cosas sin reaccionar» desde los sectores público y privado.

A su juicio, la transformación digital es «una revolución industrial, y todas las anteriores siempre han producido beneficios», por lo que «no tiene por qué ser una excepción». Esta «revolución» supondrá que habrá empleos que desaparecerán, pero a cambio «se crearán otros nuevos», y de hecho, para González Páramo, es muy probable que se creen más puestos de los que se destruyan.

Según explicó, para «triunfar» en el futuro digital se requieren habilidades «menos rutinarias que en el pasado» porque «las rutinas las hace mejor un robot». Así, los factores clave tienen que ver más con la creatividad, la inteligencia emocional o la interacción entre personas. Ante este escenario, «las compañías se tienen que reinventar» o corren el riesgo de quedarse «fuera de juego». Citó como ejemplo el fomento de la fibra óptica, el uso de la nube en las empresas o un mayor énfasis en la educación y las políticas públicas de empleo.

«Ni la escuela, ni la FP ni la Universidad nos forman en habilidades sino más bien en contenidos y eso es algo que no contribuye necesariamente al éxito en el mundo digital», dijo. También pidió que se revisen las actuales políticas laborales para «inducir a la gente a la búsqueda rápida de empleo, condicionada a la formación», y puso como ejemplo la «flexiseguridad» de los nórdicos, donde «se protege a la persona pero no a su empleo».

Por su parte, el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, impartió la ponencia «¿Por qué es tan elevada la tasa de paro en España?», y destacó la existencia de un «fallo institucional en la colocación de las personas que ya están en la inactividad», algo que afecta sobre todo a jóvenes. En este sentido, recordó que en los países con menos paro juvenil hay un «apoyo masivo» de las instituciones educativas para favorecer su inserción laboral, como Alemania o Suiza.

Además, los servicios públicos de empleo tienen un papel «fundamental» para recolocar a los parados sobre todo a los de larga duración. En su opinión, este servicio «falla» en España porque también hay un «problema de encaje institucional entre las prestaciones por desempleo, que vienen de la caja central» y la aplicación de las políticas activas de empleo, que están en manos de las comunidades.

Torres añadió que el mercado laboral en España es «muy procíclico» (cuando hay expansión se crea mucho empleo y cuando hay recesión se destruye también mucho) y tiene una «alta tasa de temporalidad, que no se ha reducido con las reformas laborales». La situación requiere «asegurar una mayor seguridad jurídica» para que las empresas generen empleo más estable, y que las propias firmas crezcan en tamaño. Si este crecimiento no se da es porque hay normativas que «crean obstáculos» y faltan instituciones que den garantías de crédito para que las pymes consigan financiación.