El día de su presentación en Madrid, 'España Ciudadana' era una herramienta de un partido al alza. Este sábado, cuando la caravana teñida de los colores de la enseña nacional llegue a Málaga, seguirá siendo una plataforma gestada por Ciudadanos (Cs) y su presidente, Albert Rivera, aunque hay una elemento fundamental que sí ha cambiado: el escenario político de hoy tiene poco que ver con el que había el 22 de mayo en el Teatro Goya. Nadie confundiría la posición que ocupaba Rivera en la aspiración de gobernar España entonces, con la que ocupa después del triunfo de la moción de censura que ha llevado a Pedro Sánchez a La Moncloa.

Para contrarrestar el bajón, latente según admiten fuentes del propio partido, Rivera tirará de personas reconocidas de la sociedad civil para revitalizar el acto de este sábado en Málaga, y que contará con la intervención directa de la magistrada María José Torres y del fundador de la cadena de hoteles Room Mate, Kike Sarasola. Como guinda, la asistencia de un premio Nobel, Mario Vargas Llosa, que también se subirá al escenario que se montará en la céntrica Plaza de la Constitución. No se ha confirmado, al menos hasta ahora, la presencia de Marta Sánchez, encargada de cantar su particular himno de España en el acto de bautismo de 'España Ciudadana'.

Lo que se espera, por otra parte, será un desfile de todos los cargos públicos que tiene Cs en la provincia, así como la multitudinaria presencia de afiliados y simpatizantes. Los concejales y diputados que tiene la formación naranja en Málaga llevan días promocionando el acto en sus redes sociales personales. Juan Cassá, portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Málaga, interpreta la llegada de 'España Ciudadana' como un claro mensaje que resalta la importancia que tiene la provincia de Málaga para la formación naranja. Después de Madrid, cabe recordar, la capital de la Costa del Sol será la segunda parada dentro de un itinerario trazado por toda la geografía del país.

La formación naranja rehuye de las voces que opinan que se trata de una exaltación de otro nacionalismo, en este caso el español, y apela al orgullo de la bandera dentro de un proyecto abierto a todo el mundo. Rivera, en su intervención en Madrid, habló de una plataforma que pretende unir a los españoles.

En todo caso, el líder de Cs tendrá que defender su proyecto, por primera vez en mucho tiempo, sin encabezar las encuestas y ver cómo se ha puesto fin a su idilio demoscópico. Málaga servirá para medir el grado de aceptación que despierta esta plataforma.