Además de la presencia del propio presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, muchos focos se han centrado esta tarde en Mario Vargas Llosa, que ha accedido a intervenir en el segundo acto de la plataforma de España Ciudadana en Málaga. En su discurso, basado en enumrar varios motivos por los que sentirse orgullosos de España, el premio Nobel ha arremetido con dureza contra los nacionalismos y ha reivindicado la fortaleza del Estado español. "La unidad española, forjada a lo largo de tantas aventuras y tantos siglos, no la van a romper los grupos independentistas", ha asegurado frente a un auditorio volcado. La intervención de Vargas Llosa se ha centrado, por otra parte, en lanzar un mensaje optimista, siempre basado en la unidad. "¿Cómo se puede ser pesimista en un país como España, que ha vivido una transición que ha asombrado a todo el mundo?", se ha preguntado.

Vargas Llosa, después de hacer un repaso a su periplo por el país, comenzando con su llegada para estudiar un postgrado en Madrid, cuando "España era el tercer mundo, con una dictadura y una censura muy fuerte", ha concluido que hay mimbres suficientes para ser optimistas. Así, ha hablado de "un futuro que será mejor que el pasado", y ha reivindicado que hay "motivos de sobra para creer en España". En este punto ha apelado a los jóvenes, que deben trabajar, según Vargas Llosa, por apuntalar la "unidad", aunque también ha admitido que están ante un "desafío extraordinario".

Por último el premio Nobel ha puesto énfasis en esos avances que se han producido en relación a la España que él se encontró a su llegada a Madrid, y a la de ahora: "Las desigualdades en la sociedad española eran enormes. España, para sobrevivir, exportaba miles y miles de españoles fuera. ¿Quién hubiera dicho que ese país se transformaría en muy pocos años de una dictadura en una democracia funcional? España ha pasado de un país pobre a estar en la vanguardia, a ser un país de clases medias."