La investigación sobre la posible regeneración de células cardiacas en enfermos cardiovasculares se centra actualmente en las "señales" que activan este proceso de forma espontánea, y los primeros resultados podrían lograrse en el plazo de un año, aunque no tendrán aplicación práctica.

Uno de los responsables del proyecto, el jefe del servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Málaga, Eduardo de Teresa, indicó que comienzan a tener datos sobre la movilización de células en los pacientes, aunque son insuficientes para establecer una estadística que descarte que son producto del azar.

De Teresa explicó que se indaga la posibilidad de activar un fenómeno natural que tiene lugar a un ritmo bajo, ya que cerebro y corazón tienen células capaces de producir otras, aunque en el caso de un infarto de miocardio "es muy difícil que se regenere todo lo que ha muerto porque no da abasto".

Además, quizás no sea necesario trasplantar células cardiacas, sino generar "un clima" que permita en caso de un infarto "atraer células de otros sitios", dijo.

Los investigadores saben que cuando se produce una isquemia hay un aumento en la sangre de esos pacientes de unas células que se producen en la médula ósea y que "probablemente aumenta su producción porque el infarto está mandando una señal".

"Cuantas más células de este tipo (progenitoras endoteliales) se liberan a la sangre, mejor es la evolución de los pacientes", lo que puede indicar indirectamente la capacidad de regeneración del individuo, señaló.

El grupo, que trabaja en colaboración con otros investigadores de Granada, estudia la concentración de las células en distintas situaciones en relación con varios factores de riesgo o infarto y en diversos puntos del organismo, no sólo en la sangre, al tiempo que observan la actividad de las células y lo que hace que se movilicen.