Con 14 años, en el pueblecito abulense en el que nació, la única ventana que José Antonio Sierra tenía al mundo, en la España de los años 50, era una radio. "A mí me fascinaba escuchar otros idiomas", confiesa.

A lo largo de su vida ha estudiado inglés, francés, gaélico, catalán, gallego y vasco y a comienzo de los 70 impulsó el Instituto Cultural Español en Dublín, germen del Instituto Cervantes, en el que abrió una sección de catalán, gallego y euskera, el primer instituto español en dar ese paso en el mundo.

Desde hace cinco años, este "malagueño adoptivo", como se considera, pelea porque en Málaga puedan estudiarse las lenguas cooficiales de España. En 2004 creo la Asociación Andaluza para la Difusión del Español y las Lenguas Minoritarias, aunque admite que los socios han chocado "con la incomprensión, los prejuicios y la indiferencia".

Ya en 1971, escribía en el diario Informaciones que las lenguas eran "los pilares de una nación". 35 años después, sigue pensando que todas las lenguas que se hablan en la nación española "forman parte del patrimonio cultural y lingüístico de España". Estas enseñanzas tendrían entre otros fines, el facilitar "a los hijos de españoles residentes en Málaga, procedentes de Cataluña, Valencia, Islas Baleares, Navarra, Galicia y del País Vasco, el estudio de los otros idiomas cooficiales hablados por sus padres o familiares", además de ofrecer una salida laboral para quien desee trabajar en alguna de estas comunidades autónomas.

Sin embargo, las gestiones para que un estudiante de Málaga pueda estudiar, por ejemplo, catalán o gallego han tenido como respuesta de las administraciones "el silencio administrativo o buenas palabras, sin más".

Sierra recuerda además que la Escuela de Idiomas de Málaga lleva diez años solicitando la enseñanza del catalán, sin obtener aún el visto bueno de la Junta.

"Es importante que la Escuela de Idiomas empiece a dar clases de catalán y luego de gallego y euskera, y si faltan medios, las comunidades autónomas estarían encantadas de colaborar".

Las gestiones del presidente de la asociación también se han dirigido al centro de idiomas de la Universidad, que de momento tiene otras prioridades.

Otra propuesta complementaria de la Asociación Andaluza para la Difusión del Español y las Lenguas Minoritarias es habilitar el Centro Cívico de la Diputación como escuela de idiomas. "Desde el Centro al Martín Carpena no hay aulas y el Centro Cívico se podría utilizar además para dar clases de catalán, gallego y euskera", explica José Antonio Sierra, que apunta también la posibilidad de aprovechar este centro para formar a funcionarios del Ayuntamiento, "que tengan que tratar con extranjeros".

Sierra cree que "a la falta de conocimiento, a veces se suma la falta de voluntad política" para poner en marcha esta novedad. Aunque no todo son sinsabores.

El Ayuntamiento de Málaga ha incluido diccionarios de todas las lenguas de España en las bibliotecas municipales. "Es un ejemplo a seguir por las bibliotecas de toda España", cree. En su opinión, esta iniciativa servirá para que a los niños "le desaparezcan los prejuicios y es una manera de contribuir a la convivencia y a que nos entendamos todos los españoles".