La imagen del Centro ha cambiado. Y cambia por momentos. Los andamios que durante meses cubren las fachadas de los edificios dejan ver, una vez que acaban su labor y son retirados, auténticas joyas arquitectónicas que antes, por puro abandono, pasaban completamente inadvertidas para el paseante. El casco histórico se recupera de su deterioro y vuelve a ser apetecible para convertirse en la zona de residencia de muchos malagueños. Además de frenar el éxodo masivo que sufrió durante los años 80 y principios de los 90, la iniciativa de la Oficina de Rehabilitación del Centro ha permitido que el número de vecinos haya aumentado. El casco histórico es demandado por jóvenes para vivir.

El Ayuntamiento durante los últimos diez años ha subvencionado la restauración de más de medio millar de edificios. En concreto, han sido 550 las intervenciones realizadas, según datos recientes aportados por el propio director de la Oficina, José María Gómez Aracil. En ellas, el Consistorio ha colaborado entregando 27,1 millones de euros en subvenciones, lo que viene a representar un 22% de la inversión total para rehabilitación de los inmuebles, que corresponde a sus propietarios. Es una forma que se ha mostrado eficaz para atraer la inversión privada. Y es que esta línea de ayudas ha favorecido una inversión total de 163,3 millones de euros, por parte de promotores privados, los propietarios de los edificios, inquilinos autorizados o comunidades de vecinos.

Proyectos. Durante este año y el que viene, la mayor parte de la inversión municipal se destina a la rehabilitación de la Judería. Pero no sólo del espacio comprendido entre las calles Alcazabilla y Granada (como tradicionalmente se conoce). Judería es también el entorno de Tomás de Cózar y Beatas, por su trazado y parcelario. Con esta intervención, se revitalizará una zona de gran valor histórico y arquitectónico, con edificios que hasta ahora se caían a pedazos, literalmente, y que recobrarán su antiguo esplendor del siglo XVII. Lo que hoy son aún calles desiertas, serán recuperadas para el uso y disfrute ciudadano, lo que provocará un efecto dominó.

Las ayudas aportadas por la Oficina de Rehabilitación del Centro Histórico durante su primera década de existencia no se limita a la arquitectura civil. Varias iglesias han recibido importantes subvenciones, entre ellas, San Felipe Neri, Santiago (en breve se acometerá una nueva actuación para rescatar unas pinturas murales en su fachada originales del siglo XVII), Los Mártires o San Juan, en la que se intervino en su torre, eliminando el enfoscado y dejando a la vista el ladrillo visto y recuperando las pinturas geométricas que adornan sus paredes exteriores.

En los barrios. Un proyecto futuro que va a acometer la Oficina de Rehabilitación del Centro es la restauración de la iglesia parroquial de San Vicente Ferrer, en la barriada de Olías. Es un ejemplo de la intención del Ayuntamiento de saltar las murallas de la antigua medina cuando termine las intervenciones en el casco histórico, aunque ya existe una línea de ayudas para barriadas, en las que se subvenciona, como máximo, el 40% de la rehabilitación.

La iglesia de Olías es muy antigua, data del año 1500 y los técnicos sospecha que detrás de las gruesas capas de cal se encuentra una valiosa fábrica de ladrillo y mampostería. El proyecto para la recuperación del templo es de Pablo Pastor. El Ayuntamiento subvencionará el 100% de la restauración de esta iglesia (150.000 euros), desconocida por muchos malagueños, pero de gran valor, que también incluye la reparación de las cubiertas, a pesar de que sólo cuentan con medio siglo de vida.