La cúpula provincial del PSOE eligió ayer a los responsables de comandar la campaña de las próximas elecciones generales en una reunión del comité ejecutivo marcada por la presencia de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y las recientes declaraciones del denominado grupo crítico, que reclama la renovación del aparato directivo.

La cita, considerada ya la más populosa de los últimos años, había suscitado una gran expectación en los mentideros políticos. Se esperaban novedades y las hubo. En primer lugar, la elección del ex consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, José María Martín Delgado, como nuevo responsable de la estrategia electora del partido. Un nombramiento que sorprendió por tratarse de un militante que no forma parte de la dirección provincial, pese a haber detentado cargos como el de rector de la Universidad Internacional de Andalucía.

La elección de Martín Delgado, aprobada por unanimidad, deja entrever los mimbres del nuevo comité electoral, que apuesta por conciliar cargos públicos y orgánicos con activos que no forman parte de la cabeza del partido. Entre los primeros, destaca la presencia de la propia ministra, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León y el subdelegado del Gobierno, Hilario López Luna.

La votación del comité se produjo al final de la sesión, que dedicó buena parte de sus contenidos a debatir el informe de gestión presentado por Marisa Bustinduy y, sobre todo, las formulaciones del sector crítico. En este sentido, la encargada de abrir la mecha fue la propia secretaria provincial de la formación, que hizo un llamamiento a la unidad y a resolver las discrepancias en foros exclusivamente internos. "Creía que el debate municipal se había zanjado en el comité anterior, pero no tengo problema en reabrirlo. Eso sí, las críticas hay que afrontarlas dentro", señaló.

Las palabras de Bustinduy fueron amplificadas por la mayoría de los miembros de la ejecutiva, que pidieron el turno de palabra para censurar las formas empleadas por el sector opuesto a la dirección. Sus intervenciones, con más o menos fortuna retórica, hablaron del respeto a la pluralidad y el debate, pero lamentaron que el descontento trascendiese el ámbito del partido. Algunos como el ex consejero de Turismo, Paulino Plata, apuntaron, incluso, que este tipo de actitudes, lejos de ayudar a la formación, contribuyen a debilitarla y a desalentar a los votantes.

En el transcurso del comité, Bustinduy comprobó el respaldo que le profesan muchos de sus compañeros, entre ellos, el presidente de la Diputación, Salvador Pendón, que aludió a la necesidad de aunar esfuerzos para ganar las elecciones y recordó que buena parte de los alcaldes y ediles socialistas han sido renovados durante el mandato de Bustinduy.

No obstante, los argumentos de la mayoría de la ejecutiva no atemperaron el discurso de algunos miembros como el alcalde de Monda, José Antonio Bernal, que dijo sentirse preocupado por el devenir del partido y los resultados de las próximas elecciones. El regidor, al que determinados sectores consideran la cabeza visible del grupo crítico, pidió a la ejecutiva "que asuma sus responsabilidades" y abogue por el cambio. Un discurso que otro de los opositores a la dirección, Antonio Clavijo, alcalde de Coín, prefirió postergar hasta el término de la campaña.