El servicio de cardiología del Hospital Virgen de la Victoria inició el año pasado un trabajo de regeneración de células infartadas del corazón en colaboración con el Banco de Tejidos de Málaga, el Instituto Karolinska de Estocolmo y la cátedra de embriología de la Universidades de Granada.

En la actualidad, el centro participa, a través de su jefe de servicio, Eduardo de Teresa, en dos proyectos dentro de la misma línea -regenerar el corazón dañado-. Uno estudia la diferenciación de las células madre embrionarias que circulan hacia el tejido isquémico y la otra la diferenciación inducida de células madre como terapia para regenerar el miocardio.

Cabe destacar que uno estos dos proyectos, junto con la labor que desarrolla Manuel Macías integran, por ahora, las dos líneas de investigación de la provincia que se sirven de células embrionarias para conseguir sus objetivos.

El trabajo más avanzado liderado por de Teresa es el que gira en torno a descubrir cómo las células madre de médula ósea se dirigen naturalmente hacia la zona infartada de un corazón. El estudio se centra en conocer qué sustancias las atraen y en qué medida es posible favorecer ese tránsito. El trabajo consiste en reproducir ´in vitro´ lo que habitualmente ocurre en el cuerpo humano para aplicarlo en los casos de necesidad.

Por otra parte, el trabajo destinado a ver cuál es el modelo de diferenciación celular más adecuado para crear miocardiocitos y restaurar el corazón dañado está a punto de entrar en una fase de colaboración con la Universidad de Columbia (Estados Unidos), ya que el centro de estudios neoyorkino dispone de un proyecto que sigue una línea similar y, tal y como hoy en día se desarrolla la investigación científica, la colaboración internacional es la práctica más habitual y exitosa.

Javier Estebaranz, codirector gerente de la Fundación Imabis y subdirector médico del Hospital Clínico, señala que a ambos trabajos "les queda recorrido antes de dar resultados", pero también añade que "se están haciendo progresos a buen ritmo".

Antonio Alonso / Nieves Fernández. Islotes pancreáticos / Células madre del líquido amniótico: De las diabetes al estudio de la utilidad del líquido amniótico Antonio Alonso, profesor de la Facultad de Medicina y jefe del servicio de inmunología del Hospital Regional Carlos Haya, y Nieves Fernández, facultativa adjunta del servicio, llevan adelante dos proyectos de investigación relacionados con las células madre desde ámbitos distintos que, además, se hallan en diferentes momentos. Uno de esos proyectos lleva ya dos años de trayectoria y el otro es de confección más reciente. El doctor Alonso se encuentra al frente de una investigación destinada a fusionar células madre con islotes pancreáticos para reeducar estas células y lograr que produzcan insulina. La intención es crear en laboratorio células productoras de insulina que, una vez implantadas en el enfermo, no provoque rechazo en éste. Una solución que pondría punto y final al problema de salud con el que conviven de muchos diabéticos (se estima que en la actualidad un 6% de la población sufre diabetes). El proyecto lleva dos años de andadura y está próximo a la fase en la que concluirá la financiación inicialmente otorgada. Alonso destaca que "la administración está abriendo puertas y fronteras para trabajar con células madres. Empieza a haber dinero para estos trabajos y, si lo que desea la administración autonómica es profundizar en el trabajo con células madre, nosotros podemos hacerlo". Una nueva vía. Por su parte, la doctora Fernández colabora con Armando Reyes, docente del departamento de Biología Molecular de la Facultad de Ciencias, y con la doctora Carmen Benito de la sección genética del Hospital Materno, en un estudio destinado a descubrir el poder de las células madre que existen en el líquido amniótico. Nieves Fernández señala que su trabajo elude las barreras éticas que implica el trabajo con células embrionarias, pero en el líquido amniótico existen también células madre con "una enorme capacidad de proliferación" a las que cree posible encaminar de forma que sirvan para tratar distintas enfermedades. "Somos médicos clínicos, de manera que nuestro trabajo final se dirige a encontrar tratamientos para nuestros pacientes. Aún estamos en los pasos previos, habrá que avanzar unos años antes de lograr nuestro objetivo", puntualiza la doctora. C. L. C. Málaga