No hay nada nuevo bajo el sol. Los lectores que se escandalizan por la exhibición de animalismo llevada a cabo en el mercado de Atarazanas quizás encuentren consuelo en esta frase legendaria: ´Cabestros ha habido siempre en Málaga.´.

Es más, la historia de nuestra ciudad también puede verse como una lucha heroica de la civilización para rebajar los niveles del chusmerío, la minoría más dañina.

Ya lo hemos comentado en esta sección alguna vez: según los sociólogos, Málaga es, junto con Cádiz, la ciudad con más chusmones de España. El chusmón es el sujeto violento, generalmente adolescente y de cualquier nivel socioeconómico, que prefiere actuar en grupo, realizando acciones irracionales de autoafirmación que suelen conllevar daños ´costosos´ al patrimonio de Málaga.

Pero que nadie desfallezca: en el siglo XIX los visitantes guiris retrataron una ciudad ´mucho más achusmonada´ que la actual y que había que visitar, según comentaba una extranjera, "guardando antes los cubiertos de plata".

Según los viajantes, el exceso de morapio o el propio carácter agreste de los malagueños había creado una ciudad más peligrosa que la infancia de Al Capone.

En realidad, el que Málaga fuera el puerto de llegada de los presidiarios que terminaban condena en los penales de Ceuta y Melilla provocaba que muchos de los ex convictos hicieran fortuna en Málaga (fortuna ajena).

Y el que nada más cerrarse Atarazanas cabestros anónimos la hayan puesto patas abajo entra dentro de la ´dinámica urbana malagueña´. Eso sí, habrá que decirle muy claro a los autores de la hazaña eso de "a por ellos".

Luz desnortada

Un amable lector, que vive en la calle Santa Marta, se ha puesto en contacto con esta sección para compartir una experiencia extrasensorial: las luces navideñas de su calle.

Instaladas antes de la llegada de Papá Noel y sus renos, este vecino nos cuenta que durante las Navidades las luces han estado casi todas las noches apagadas, para frustración de todos. Sin embargo (y aquí está el misterio) ahora que hace tiempo que han terminado las ´felices pascuas´, las luces navideñas permanecen encendidas a las cinco de la tarde.

Sería conveniente que la sección parapsicológica que comanda el padre Pilón se diera una vuelta por la calle Santa Marta para averiguar qué ´ente´ controla las luces y qué ´entidad´ hace posible que, a estas alturas del cuento, cuelguen luces navideñas por ahí.

El ´ladeamiento´

Otro testimonio extrasensorial se encuentra en La Malagueta, en la esquina de la calle Maestranza con el Hospital Noble. La conjunción de un semáforo con la señal para los peatones ´ladeada´, hace que por la noche los conductores tengan la peligrosa impresión óptica de que el ´cacharro´ está en rojo, y al mismo tiempo en verde.