Una de las páginas más tristes de la historia del Málaga fue la del 21 de abril de 1985, hace la friolera de veinticinco años. A falta de la última jornada de Liga, ya estaban decididos dos de los tres puestos destinados al descenso a Segunda División –Murcia, con 22 puntos, y Elche, con 24–.

El otro se lo jugaban cuatro equipos: el Betis, con 29 puntos, y un trío de 28 puntos, en el que se encontraba el Málaga y también formado por el Valladolid y el Hércules. Mientras en La Rosaleda se medían blanquiazules y verdiblancos, el cuadro alicantino debía visitar el Santiago Bernabéu y el bloque pucelano jugaba en el Ramón Sánchez Pizjuán.

A priori, debía valer el empate entre el Málaga y el Betis, que es lo que pactaron ambos equipos andaluces, con el fin de quedarse ambos en Primera División. Nadie podía imaginar que el Hércules podía vencer en Chamartín o que el Sevilla cayera en su campo ante el Valladolid.

Sin embargo, malaguistas y heliopolitanos no contaron con el ´factor sorpresa´. El Sevilla, eterno rival bético, se ´dejó perder´ en el Pizjuán contra los vallisoletanos (0-2), con goles de Duque y Marcos.

Por su parte, el Real Madrid, quién sabe por qué razón, perdió en el Bernabéu frente al modestísimo Hércules, donde quiso terminar su carrera el argentino Mario Alberto Kempes. Un gol de su compatriota Sanabria, a falta de 18 minutos para el final, desató la locura para los alicantinos y llevó la impotencia y la decepción absoluta a los malagueños.

El Málaga se había adelantado con gol del delantero Juani, mientras que el empate del Betis fue obra de Parra. El último cuarto de hora, a sabiendas de los resultados de los otros campos, provocó momentos de máxima tensión.

El once malaguista fue incapaz de superar a un Betis en el que destacaban Gordillo, ´Poli´ Rincón y el argentino Gabriel Humberto Calderón. La alineación blanquiazul fue la formada por Fernando; Popó, Brescia, Regenhardt, Muñoz Pérez; Canillas, Zambrano, Albis; Juani, Totó y Jose. Tello y Micanovic entraron en el último cuarto de hora, en busca del ´milagro´ que no llegó.

El Real Madrid de los Míchel, Camacho, Salguero, Stielike, Santillana y Valdano –Juanito no jugó aquel partido– mandó a Segunda División al Málaga, que a partir de entonces sólo militó dos campañas más en Primera antes de desaparecer.