El estadio la Rosaleda continúa con su lavado de cara, una de las primeras decisiones que tomó en su día el nuevo dueño del club albiceleste, el jeque qatarí Abdullah Bin Nasser Al-Thani. Además de la resiembra del césped a cargo de la empresa Ibergreen Césped Natural, los operarios se encargan durante estos días de rebajar el piso junto a los banquillos para ganar aforo, pintar las barandillas y reponer los asientos que estén rotos y limpiarlos todos –uno a uno–. Queda embellecer la zona exterior con más iluminación y arboleda, pintarlo de azul, etc.