Patrick Mtiliga se ha vuelto a subir al tren del Málaga justo en el momento oportuno. El lateral malaguista, tras incorporarse más tarde que ninguno al estar convocado por Dinamarca para el Mundial -no llegó a debutar- a la pretemporada y tras sufrir alguna que otra molestia ya comienza a encontrar frutos en su árbol del sacrificio. El pasado martes jugó ante el Panionios un destacado encuentro en el que demostró haber avanzado en su aclimatación al Málaga y a sus compañeros ­-el idioma fue una lastre muy pesado para él el pasado curso-, pero sobre todo en las directrices que Ferreira quiere de él. Le gusta el grupo y le gusta el equipo. Pero también quiere ser protagonista.

El pasado martes debutó en Alemania con el Málaga. Superó unas pequeñas molestias y ya se pudo ver de nuevo al mejor Mtiliga. ¿Qué análisis hace del partido frente al Panionios?

Realmente muy positivo. Nuestra intención fue en todo momento jugar un fútbol de toque, en el que mimamos el balón. Intentamos mover mucho la pelota, sacarla jugando y sin dar patadones o pases demasiado largos, y creo que lo hicimos bastante bien. Era el concepto que quería el míster para el partido ante el Panionios. Tocar y tocar.

Desde fuera se pudo observar que se sentía cómodo sobre el terreno de juego, pero ¿cómo se encontró usted realmente ante el conjunto griego?

Bien. Estoy ahora mismo bastante bien físicamente. Es cierto que me he encontrado muy cómodo en todo momento y estoy realmente contento de haber vuelto a jugar con mis compañeros de equipo. Esto también me da tranquilidad para seguir mejorando.

Fue, sin duda, una buena noticia poder verlo de nuevo en la banda izquierda malaguista. Y es que llegó a la concentración de Bad Kreuznach tocado e incluso ejercitándose al margen del grupo. Esas molestias que arrastraba estarán ya olvidadas después de lo visto el martes...

Sí, afortunadamente ya está todo bien. Por fin puedo centrarme en jugar, entrenar y trabajar con normalidad después de unas semanas más complicadas. A nadie le gusta una lesión y en este periodo de preparación es importante seguir una progresión.

Con respecto al equipo, hemos visto ya dos caras diferentes del Málaga en Alemania. La primera fue ante el Mainz, que no gustó; y la segunda ante el Panionios, que mejoró y controló más el balón. ¿Asimila bien el equipo los conceptos de Jesualdo Ferreira o le está costando trabajo?

Está claro que esto es un proceso muy largo. Y cuando vienen nuevos compañeros y hay tantos cambios como en el Málaga esta temporada, cuesta un poco arrancar. Además es un sistema muy distinto de juego, pero estamos trabajando muy bien en los entrenamientos y nos vamos acercando a lo que pide el técnico, que a la vez es muy exigente. Cuando hay que conjuntar un equipo, tal vez al primer mes no funcione, pero cuando llevemos un poco más de tiempo jugando juntos todo vendrá de manera automática y más fluida. Aún así, creo que no hay que obsesionarse demasiado con ello y que todo llegará.

Lo cierto es que la Liga está a la vuelta de la esquina y parece que queda mucho trabajo por hacer. Además, el Málaga tiene un calendario muy complicado al inicio. ¿Llegará bien el equipo a la primera jornada contra el Valencia?

Estoy seguro de que sí vamos a llegar en condiciones optimas para ser competitivos. Tengo mucha fe en este equipo. Hemos traído jugadores nuevos que son muy buenos profesionales y que me gustan mucho. En el momento en que se acoplen, el equipo ganará mucho. Esperemos que sea lo antes posible, pero sí creo que estaremos a buen nivel para el comienzo de la Liga.

Hablando precisamente de los nuevos compañeros, ¿qué opinión tiene de ellos?

Estoy contento de que hayan venido. Son buenos jugadores y buenas personas. Han llegado aquí para aportar cosas y para ayudar a que el equipo sume, que es lo importante. Tengo mucha fe en ellos y creo que su ayuda será importante para tener un buen papel esta temporada.

Por último, hace dos meses disputó el primer Mundial de su carrera con Dinamarca. Tiene que ser una experiencia inolvidable...

Fue genial. El simple hecho de estar allí ya era un auténtico premio. La única pena fue que me lesioné unos días antes del primer partido y no pude disputar minutos, que me habría gustado. Pero por lo demás, ha sido muy positivo estar en Sudáfrica.