Antes del comienzo de la jornada decimotercera –mal fario para los que sean supersticiosos–, el Málaga ocupa el puesto 18º en la tabla y el Mallorca el 8º. La diferencia es un número ´1´ como es Rafa Nadal, auténtico ídolo de la afición española en general y de la mallorquina en particular. El tenista balear quería hace sólo seis meses que el equipo de Manuel Pellegrini le ganara al Málaga en la última jornada de la pasada Liga, pero no por animadversión hacia el conjunto albiceleste, sino porque es madridista confeso.

Hoy Nadal querrá que pierda el Málaga de Pellegrini, porque el Real Mallorca es el equipo de su tierra y porque es accionista del club bermellón, además de tener a su tío, el ex central Miguel Ángel Nadal, como segundo entrenador de Michael Laudrup.

El fútbol ha dado un giro de 180 grados en la Costa del Sol y, aunque aún tenemos que girar el cuello hacia arriba –con el terrible dolor que ello conlleva– para ver a casi todos los rivales en la clasificación, la intención con el proyecto de Abdullah Al Thani, máxime desde la llegada de Manuel Pellegrini, es que sólo nos tosan el Real Madrid y el Barcelona, y no tener que mirar hacia abajo, mucho menos por encima del hombro. Este Málaga debe comenzar a convencer desde ya no sólo en La Rosaleda, sino también lejos de casa. Ésa es la intención de Pellegrini esta tarde en el Iberostar Estadio. Vencer y convencer, porque el choque en Riazor mostró destellos de mejora que son insuficientes para el éxito.

Hoy habrá numerosos cambios en el once inicial, ya que se esperan hasta cuatro, si bien algunos de forma obligada por la lesión de Patrick Mtiliga y la sanción a Sandro Silva. Podría verse el Málaga más españolizado desde la llegada del técnico chileno y, curiosamente, frente a un rival que sólo contará con tres jugadores nacionales –Ramis, Martí y Ayoze– y ninguno de la Península, ya que los dos primeros son mallorquines y el tercero es tinerfeño.

Más allá de esa anécdota, están en juego tres puntos vitales para el bloque blanquiazul, que quiere abandonar cuanto antes el abismo de la clasificación frente a un cuadro balear que espera garantizarse la mitad de los puntos necesarios para la permanencia, lo que ha sido calificado por Laudrup como «hazaña». Y es que en la isla no se creen aún que el Mallorca se codee con los grandes, después de que se haya reforzado con dos jugadores de Segunda –Cendrós y Nsue–, con uno 2ª B –Pereira, que llega del filial– y con otros dos futbolistas fichados al Budyonkor de Uzbekistán –Ratinho y Joao Víctor– por la amistad existente entre Rivaldo, que juega en este equipo del Este a sus 38 años, con Lorenzo Serra Ferrer.

Pellegrini, casi con toda seguridad, hará variaciones en todas las líneas de juego. Las recuperaciones del portero Rubén y del delantero Rondón invitan a pensar que serán de la partida desde el pitido inicial de Delgado Ferreiro.

Asimismo, cabe pensar que serán titulares los malagueños Manu Torres y Juanito, con lo que la zaga y el mediocampo también contarán con cambios respecto a Riazor. Situar a Duda de lateral haría perder eficacia en ataque al equipo, mientras que el descarte de Edu Ramos hace prever que el veterano Juanito será el elegido para acompañar a la ´revelación´ Recio. Otro de los veteranos del Málaga CF, Albert Luque, ha sido descartado por segunda jornada consecutiva –para las dos anteriores estaba aún lesionado– y ni siquiera tendrá la ocasión de jugar en el campo donde se formó como futbolista. Otros dos descartes han sido Galatto y Edinho.

El Iberostar Estadio será una prueba interesante para comprobar la evolución del equipo malaguista desde la llegada de un Manuel Pellegrini que quiere arrancar de cuajo esa etiqueta pegada con pegamento de conjunto más goleado de Primera División.

Y es que el Málaga CF sólo ha dejado su portería a cero en dos ocasiones en la presente Liga, en Getafe y ante el Levante en La Rosaleda, ya con Pellegrini en el banquillo.

Por fortuna para el club malaguista, arrebató este pasado verano al Mallorca a uno de los mejores fichajes nacionales, el encargado de la jardinería Benito Mateo. Desde entonces el césped de La Rosaleda está impecable y hoy veremos cómo se encuentra el del Iberostar. No obstante, ello no garantiza goles, que es lo que necesita el Málaga CF, que no marca fuera desde hace 310 minutos y que no gana lejos de casa desde hace dos meses.