­El vicepresidente del Málaga CF, Abdullah Ghubn, establecía en una extensa entrevista en La Opinión de Málaga hace justo una semana cuál era la nueva aspiración del equipo para la campaña que se avecina: «Ahora jugar en Europa la próxima temporada sí es el objetivo del Málaga». El curso que acaba de echar el cierre ha supuesto un terrible sufrimiento para el propio Ghubn y para el dueño y propietario de la entidad blanquiazul, el jeque Abdullah Bin Nasser Al Thani. Estar entre los diez primeros era la meta, pero a un mes escaso de la conclusión liguera el equipo estaba en puestos de descenso.

El vicepresidente del Málaga ya ha mandado un mensaje claro y conciso. A su entrenador, Manuel Pellegrini, y a la plantilla. Sube el nivel de exigencia. Un discurso que en el club repiten al unísono, recordando que este Málaga tiene ya una única aspiración, ser grande. «Ya lo somos», dicen algunos, mientras enumeran los tremendos logros que se han conseguido en el año que aún no se ha cumplido desde el desembarco catarí.

La Copa del Rey es «el camino más corto» para conseguir un trofeo, como se expuso en esa entrevista, pero también se quiere mantener una tremenda regularidad en la clasificación. La obligación es dejar de mirar de tú a tú a clubes como Racing de Santander, Sporting de Gijón, Levante o Zaragoza. Ahora hay que subirse, en marcha si es preciso, al siguiente vagón de la Liga. El Málaga, por presupuesto y por jugadores, debe asimilarse a partir del siguiente curso a Sevilla, Atlético de Madrid, Villarreal o Valencia. Por delante quedan, por supuesto, los dos transatlánticos de la Liga BBVA, los dos mejores equipos del mundo, los que más reciben de las televisiones, los dos rivales a batir: el Barcelona y el Real Madrid.

El desbarajuste de millones que se invirtió el pasado año, con los nuevos propietarios casi sin tiempo para asentarse en Málaga, se ha cambiado ahora por una planificación bien estructurada. Al punto de que el club anunciará en las próximas horas el acuerdo oficial con el Osasuna por Nacho Monreal. Un lateral izquierdo por el que el Málaga va a pagar seis millones de euros y otro más por objetivos.

Se ha convertido ya el de Monreal en el fichaje más caro en la historia del club, superando los dos que se produjeron la pasada temporada de Sebastián Fernández (3,5) y Salomón Rondón (3,3), más el de Diego Buonanotte (4,5 millones), a mitad de curso, el tope histórico del gasto en este sentido.

Ha quedado claro, con el ejemplo ya expuesto, que el club está en disposición de poner sobre la mesa la inversión necesaria para que el equipo de Pellegrini dé el salto hasta el punto de reducir la brecha que le separa de ese grupo de clubes a los que aspira alcanzar.

Sólo las cifras que manejan Madrid y Barcelona cuestionan la posibilidad de que el Málaga se convierta en el gran agitador del mercado veraniego. El Barça de Guardiola y Rosell, después de ganar en una misma temporada la Liga de Campeones, la Liga BBVA, la Supercopa y llegar a la final de la Copa de Rey, seguirá renovando y potenciando su plantel con futbolistas de primer nivel.

Aunque no ha concretado aún ningún fichaje, si la temporada pasada fichó a Villa del Valencia y Mascherano del Liverpool gastándose 62 millones, en ésta parece que el Barça tiene a punto al italiano del Villarreal Rossi (30 millones), se ha planteado la opción del chileno del Calcio Alexis Sánchez (45 millones) y volverá a la carga con Cesc Fábregas (45 más). Todo ello después de haber aplicado un severo recorte en otras secciones del club.

Otros nombres que se han relacionado con el Barça son el defensa del Milán Thiago Silva (25 millones) y William Borges, extremo del Shakhtar Donetsk ucraniano. Para tratar de rebajar algunos traspasos o hacer caja con los que afrontar los fichajes, los rectores del Barcelona han declarado transferibles a Bojan y Thiago Alcántara, que podrían abaratar las incorporaciones de Rossi y Cesc.

Quien ya se ha marchado es Martín Cáceres, por el que el Barcelona ingresará del Sevilla un máximo de 4,5 millones después de pagar 16,5 millones al Villarreal hace tres temporadas. Otro ingreso puede llegar por la parte del sueco Zlatan Ibrahimovic. Si el Milán se lo quiere quedar deberá pagar 24 millones.

La inversión del Real Madrid para intentar acabar con la supremacía del Barça tampoco guarda comparación con la que podrá realizar el Málaga. Florentino Pérez, presidente del Madrid, se ha propuesto volver a fijar un récord, esta vez, con el fichaje del Kun Agüero del Atlético de Madrid. Las cifras que se manejan son descomunales. Pero el traspaso puede alcanzar los 45 millones de euros, en caso de que el Atlético no acepte jugadores a cambio. El precio podría modificarse al alza porque el Barcelona ha dejado entrever que puede entrar en la puja, algo que parece improbable y que sólo puede responder a una maniobra para perjudicar a su eterno rival.

No obstante, la primera incorporación del Real Madrid ha sido la del turco Nuri Sahin, por el que ha pagado al Borussia Dortmund 12 millones de euros. La llegada del interior Altintop del Bayern de Múnich no ha tenido coste. El que sí que parece que puede tener precio es el portugués Fabio Coentrao (25 millones), del Benfica.

La lista de posibles incorporaciones del Barcelona y del Madrid puede aumentar o reducirse en las próximas semanas en función de las negociaciones, los agentes y la rumorología que acompaña la falta de competición y, en definitiva, de informaciones frescas. Lo que sí parece asegurada es que la inversión del Málaga va a estar al nivel de esos equipos a los que aspirar a echar el guante. E incluso los superará holgadamente.

Monreal, «Van Gol», Demichelis...

El club de Martiricos se ha gastado por el momento seis millones en fichar al defensa internacional del Osasuna Nacho Monreal, de 25 años, y ha firmado con la carta de libertad en la mano a Ruud van Nistelrooy. El holandés ganará cuatro millones en la única temporada por la que se ha comprometido. Además, también se deben afrontar los tres millones que cuesta la libertad de Martín Demichelis, del Bayern Múnich. Más el gasto por Buonanotte. Los técnicos del Málaga, conscientes de que no pueden intermediar en el mercado de los grandes fichajes, echan sus redes en aguas menos costosas, pero repletas de calidad y talento. El mercado español es el más atractivo. Joaquín, el gaditano del Valencia, está casi en el bote. Y gusta, y mucho, el centro del campo del Villarreal, con Santi Cazorla y Borja Valero a la cabeza.

Para la secretaría técnica pensar en ofrecer a Pellegrini la posibilidad de entrenar a jugadores como Rossi, Cesc o Agüero es una quimera. De hecho, el propio director deportivo, Antonio Fernández, resaltó esta pasada semana en la Cadena Cope que ése aún no es el camino. Llegará, eso sí. Y a Javier Pastore incluso se le ha tanteado...

El equipo supera, de largo, en inversión a esos rivales directos. El Sevilla, por poner un ejemplo, ha fichado a Coke Andújar (Rayo), Piotr Trochowski (Hamburgo) y Manu del Moral, más la compra de Martín Cáceres, que ya estaba en nómina. Cambia de entrenador y Marcelino García Toral ocupa el sitio de Gregorio Manzano, que ha encontrado acomodo en el Atlético. El equipo rojiblanco cuenta con Adrián –procedente del Dépor–, además de Gabi –Zaragoza–, Silvio –Sporting de Braga– y Miranda –Sao Paulo–. Suenan además: Jonathan Soriano, Keita, Thiago, Osvaldo o Piatti. El Villarreal tan sólo se ha reforzado con el veteranísimo guardameta César. Mientras que el Valencia sólo tiene atados al portero Alves (Almería) y al central galo Rami (Lille).