La entrada de Martín Demichelis como mediocentro defensivo junto a Jeremy Toulalan, formando un doble pivote (una variante táctica utilizada por casi todos los equipos de Primera División), posibilitó un planteaminto táctico muy interesante en ataque para el Málaga CF frente al Getafe. El argentino entró en el campo en el minuto 70, con el empate a uno en el marcador, quién sabe si para amarrar el empate después de cinco derrotas consecutivas lejos de La Rosaleda. El caso es que el hecho de cerrar la línea medular, con Demichelis junto a Toulalan (aunque el sudamericano algo más retrasado), permitió a Santi Cazorla mayor libertad de movimientos en ataque.

El sacrificado fue Sebas Fernández, con lo que a priori parecía un cambio ultradefensivo. Sin embargo, esa función del defensa central Demichelis como mediocentro (posición en la que ya jugó con Pellegrini en el River Plate y también en el Bayern Múnich), unido al hecho de que el Málaga CF jugara en ataque con dos extremos puros, Joaquín Sánchez en la banda derecha y Eliseu Pereira en la izquierda, llevó mucho peligro en ataque contra el conjunto madrileño.

La duda estriba en saber si la utilización de Demichelis fue algo circunstancial o es la solución a la línea medular, el mayor quebradero de cabeza de Manuel Pellegrini en la actual temporada.

El séptimo compañero de baile. Demichelis se convirtió en el séptimo «compañero de baile» de Toulalan en esta Liga, tras haber jugado el francés con anterioridad junto a Apoño, Duda, Camacho, Cazorla, Maresca y Recio.

El Málaga CF, jugando con extremos en un sorprendente dibujo 4-2-3-1, con Rondón como referencia ofensiva por detrás de los escuderos Joaquín-Cazorla-Eliseu, fue demoledor: dos golazos más, 1-3 y nueva victoria fuera tres meses después. ¿Seguirá jugando Demichelis de pivote defensivo, pero con extremos arriba?