Diez años después, seguramente el Málaga CF volverá a jugar en Europa. La victoria conseguida frente al Levante ha colocado al equipo cuarto en la clasificación y nos hace soñar con ver la Champions en La Rosaleda. Me trae muy buenos recuerdos aquella etapa de mi carrera deportiva, cuando jugamos la Copa de la UEFA después de ser campeones de la Intertoto. Parece que fue ayer cuando logramos aquel mítico triunfo en el campo del Leeds United, Ellan Road y la victoria en Atenas frente al AEK, que nos hizo soñar con la gloria. La próxima campaña habrá pasado nada menos que diez temporadas. Como buen malaguista, sueño con ver al equipo en la Champions.

Al Málaga CF lo veo cada vez mejor, más conjuntado como bloque, aunque echo en falta a un jugador como Francisco Portillo, que le da mucha frescura al ataque. El mediapunta tiene ese último pase que le falta al bloque blanquiazul en este momento. Hay pocos jugadores como Portillo en la plantilla, por lo que Manuel Pellegrini debería aprovechar sus cualidades. Ya lo demostró frente al CSKA Moscú. Sólo le falta a Portillo para hacer perfecto el juego de ataque, ya que aportaría muchas variantes ofensivas.

Cabe resaltar el trabajo que hizo Jesús Gámez el pasado sábado, ya que jugó con el tobillo derecho maltrecho y, a pesar de ello, rindió a un gran nivel frente al Levante, después de haber estado convaleciente durante toda la semana.

Creo que la afición debería tratar con más cariño a los jugadores malagueños, que se han criado futbolísticamente en nuestra cantera y a quienes les duele que parte del público les grite por alguna determinada actuación, como ha ocurrido de forma injusta con Jesús Gámez recientemente.

Por lo demás, el Málaga CF se encuentra en una línea ascendente. Como bien decía el gran Joaquín Peiró, los diez últimos encuentros son la clave de la temporada. Y el conjunto malaguista está muy bien posicionado para afrontar la recta final.

Queda lo más difícil, pero al mismo tiempo lo más ilusionante. Como aficionado estoy disfrutando muchísimo al ver a mi equipo ahí arriba en la tabla. Y siento envidia sana de no poder participar como jugador.

El próximo domingo, el Málaga CF se medirá al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Va a ser un partido determinante para comprobar el nivel de nuestro equipo cuando se enfrenta a un grandísimo conjunto que está enrachado, como líder indiscutible de la Liga en Primera División.

Espero que, a pesar de haberme formado en la cantera madridista, en mi condición de malagueño y exmalaguista deseo que gane mi Málaga CF. Allí será muy difícil conseguir los tres puntos, aunque creo que no hay nada imposible. Y el Málaga debe saltar al césped del Bernabéu a por el partido desde el pitido inicial, con absoluta confianza en sus posibilidades y con un gran espíritu de lucha.

Tuve la suerte de marcarle un gol a mi amigo Íker Casillas. Esta vez, espero que Íker no tenga una buena actuación y que el equipo de mi tierra logre su propósito de traerse la victoria a la Costa del Sol. Sabemos que como Club Deportivo Málaga sí fue capaz de vencer al Real Madrid, algo que no hemos conseguido desde que es Málaga Club de Fútbol.

Me despido con un abrazo muy fuerte para todos los aficionados malaguistas que tan bien me trataron cuando tuve la fortuna de formar parte de este equipo que va camino de hacer historia, como también la hicimos nosotros en nuestra época.