Pocas conclusiones serias podrá sacar Manuel Pellegrini del partido amistoso que el Málaga CF y el Djurgardens sueco disputaron ayer tarde en el Estadio de Atletismo. Fue un encuentro para el olvido, totalmente de entrenamiento, casi sin intensidad y sin aportes demasiado interesantes para el futuro cercano del conjunto blanquiazul. Fue un choque que acabó con empate, totalmente merecido, y que sólo tuvo carácter en los minutos finales, cuando se marcaron los dos goles.

El técnico chileno, para medirse al rival sueco, dispuso un once cargado de suplentes. Irreconocible con el Málaga que anda cuarto en la Liga BBVA. Su alineación manda un mensaje navegantes. Muy posiblemente, de los que ayer jugaron de inicio contra el Djurgardens ninguno será titular contra el Real Madrid el próximo domingo en el Santiago Bernabéu.

Por ello, la no presencia de jugadores que suelen ser habituales en el esquema de Pellegrini evidencia la importancia con la que afrontará el Málaga el asalto de Chamartín.

Ni que decir tiene que era, también, una oportunidad magnífica para que los menos habituales intentaran reivindicarse. Y pocos aprovecharon la oportunidad. Si acaso Buonanotte, que marcó un bonito tanto para poner el empate final minutos antes de que Paradas Romero diese por acabado el partido. Y también Kameni, que con un par de intervenciones de buen tono mostró que puede ser un portero de garantías si Caballero sufre algún percance. De hecho, una buena parada abajo en el último minuto evitó la derrota.

En nombres propios también destacó el estreno del canterano Tapia. El jugador, llegado este pasado verano al Atlético Malagueño actuó de lateral izquierdo y completó un aseado encuentro. Rápido, ofensivo y vertical, José María Parejo Tapia mostró que hay recambio en el filial malaguista para la banda izquierda, pese a que haya superpoblación en ese puesto.

El argentino Malagueño, sin ficha, jugó todo el partido mientras que Hélder, inédito en todo el curso, jugó los últimos minutos. Ambos centrales tienen cerradas las puertas del Málaga en lo que se refiere a encuentros oficiales, pero intentaron mostrar nivel. Camacho volvió a jugar fuera de su posición al ocupar el puesto de central.

Aún así, era un partido para que los jugadores que son susceptibles de ser titulares lo aprovecharan. Los Duda, Maresca y Recio no crearon ni siquiera la duda en los pensamientos de Pellegrini a tenor de lo mostrado ayer.

Portillo y Juanmi, que apenas cuentan en Liga, sí estuvieron más incisivos, pero lejos de una gran actuación. Y Sergio Sánchez, recién salido de una lesión, puso en liza su habitual implicación sin la fortuna de otros días.

Del partido, poco que destacar. No hubo un dominador claro y al Málaga le costó un mundo acercarse a la meta rival. Kameni apenas tuvo trabajo, pero cuando lo hizo, resolvió la papeleta. El choque de verdad comenzó en los últimos diez minutos y el Málaga supo reaccionar al gol sueco en un alarde de vergüenza torera. Algo tan aplaudido por los suecos.