Este Málaga CF ha logrado llegar a la cima que nunca había alcanzado el equipo blanquiazul en toda su historia a estas alturas del campeonato. Es cuarto, en puesto de Liga de Campeones, a falta de doce jornadas para la finalización de la Liga.

Aunque todavía queda mucho campeonato por delante, el Málaga sigue creando expectativas acerca de cuál será su futuro al final. Sin contar al Real Madrid y al Barcelona, este Málaga CF está en disposición de convertirse en campeón de «la otra liga», de ser tercero en un campeonato muy igualado. Creo que motiva mucho más en estos momentos el tercer puesto en la competición que la pelea desigual en cuanto a puntuación que mantienen el Madrid y el Barça.

Esta tercera victoria consecutiva frente al Levante ha regenerado aún más la ilusión que mantiene la afición malaguista respecto a jugar en Europa la próxima temporada.

Cabe recordar que nuestro próximo partido será contra el Real Madrid y nada menos que en el Santiago Bernabéu, donde el Málaga CF tiene que ir a disfrutar y a intentar hacer su mejor fútbol. No es cuestión de traerse los tres puntos a la Costa del Sol, sino, sobre todo, de dar una excelente imagen en un partido que se verá en todo el mundo.

Como aficionados, no podemos perder el rumbo. Ni tampoco el equipo. Estamos jugando «otra liga», distinta a la del Real Madrid y el Barcelona, y debemos tener en cuenta que el conjunto blanco llega al encuentro despues de una racha impresionante de resultados, con un Cristiano Ronaldo infalible de cara al gol y con muchísimos escuderos de lujo a su alrededor.

Pero, como suelo decir siempre y solía comentarlo también en mi época de jugador, los partidos hay que jugarlos. No hay nada perdido antes del pitido inicial.

La ausencia de Jeremy Toulalan es una baja importante para el Málaga CF, pero al mismo tiempo servirá para que Ignacio Camacho tenga una nueva oportunidad de demostrar que está creciendo a nivel futbolístico, dada su juventud, ya que aún no ha cumplido los 22 años.

Este tipo de partidos son, como dije antes, para disfrutar. Nunca olvidaré mi segundo encuentro en la Liga española, que fue en el Santiago Bernabéu el 8 de septiembre de 2001. Aquel día, como siempre que acude un equipo modesto al estadio madridista, íbamos de víctimas. Pero conseguimos arrancar un empate (1-1), con gol de Fernando Sanz, frente a un equipo que tenía en sus filas a los Zidane, Figo, Ronaldo, Fernando Hierro, Roberto Carlos y compañía. Podemos volver a lograrlo.