El portero camerunés del Málaga Carlos Kameni reconoció ayer ante la prensa que ni en «sueños» podía imaginar un debut con el Málaga como el que tuvo el domingo, con victoria en el campo del Espanyol, donde estuvo siete años y del que se marchó casi por la puerta de atrás.

«No me lo imaginaba ni en sueños. Tuve que salir por la lesión de Willy, que lamento mucho, y espero que se recupere pronto porque le necesitamos. Son cosas de Dios, tuve que empezar en ese campo donde estuve siete años y mejor no pudo ser, al final volvimos a casa con los tres puntos», aseguró.

Además, cree que sí pueden ser cosas del destino porque considera que «cuando intentas hacer bien las cosas, se te devuelve de una u otra manera». «Lo he vivido mal los últimos meses con el Espanyol, me fui sin despedirme de la afición, y lo he hecho a mi manera. Estoy muy contento y ahora toca centrarme con el Málaga y pensar en el partido del sábado».

Así, reconoció que fichar por el Málaga fue «una liberación», que desde que empezó está «muy feliz» y que espera «estar mucho tiempo», además ahora que tendría más oportunidades de ser titular tras la lesión de su compañero. «El Málaga tiene un gran portero que es Willy, lo viene demostrando mucho tiempo. Soy un jugador de equipo, siempre intento ayudar al máximo al grupo y aportar lo mío, para que el grupo se sintiera fuerte», valoró.

«Somos profesionales y tenemos que estar preparados en cualquier momento. Siempre perder un compañero es duro, pero son cosas de la vida. Estamos trabajando bien, con mucho esfuerzo, es una lástima que se lesionen los compañeros, pero esperamos que vuelvan con nosotros para acabar este camino que nos queda», añadió.

De todas formas, recalcó que intenta «no soñar mucho, y vivir la realidad», por lo que intenta «trabajar bien durante la semana para estar tranquilo», desvelando que le ha sorprendido «de manera agradable» la manera de trabajar en el club y que se siente «alegre, muy feliz y contento».

Por lo que respecta al equipo, cree que no deben «hablar de plaza de Champions» porque antes no lo habían hecho tampoco. «Hay que seguir en la línea de trabajo y sumar cada fin de semana. Hay que seguir con los pies en el suelo y la cabeza muy fría, queda Liga y no hay que perder la cabeza», advirtió.

«Queda la parte más bonita y más difícil también, me preocupo de trabajar a muerte para estar bien el fin de semana. Espero que sea el inicio de una etapa maravillosa aquí, no quiero demostrar nada a nadie, sólo estar con este grupo y ojalá al final de la Liga tengamos una sonrisa enorme y dar a esta afición que nos apoya cada día, poder disfrutar de una competición europea», recalcó.

Finalmente, respecto al partido del sábado a las 22 horas, en La Rosaleda, ante el Betis, abogó por mantener la misma línea, de tranquilidad. «Todos los derbis son muy complicados. En Barcelona sólo había uno contra el Barcelona. Aquí ya he vivido dos, con el Granada y el Sevilla, ahora toca jugar frente al Betis y estamos preparados para lograr los tres puntos», finalizó.