El hat trick de Manu Puga

Fernando Hierro, mánager general del Málaga CF, se ha convertido en pocos meses en la figura más importante de la entidad. Es paradójico que esa importancia vital para el club la haya tenido que adquirir en los despachos y no en el césped.

­Una de las últimas grandes decisiones que tomó el tristemente desaparecido José Carlos Pérez (que no fueron pocas) fue la traer al staff directivo del Málaga a Fernando Hierro. Su fichaje el pasado verano, avalado por un gran trabajo en los despachos de la Federación Española, fue tan mediático como el de Cazorla, Toulalan, Van Nistelrooy y compañía. Su labor parecía clara: ser la imagen y la voz del Málaga CF ante todas las instituciones deportivas. Pero las circunstancias han hecho que Hierro adquiera mayor protagonismo en la logística del club y éste no se ha arrugado. Su compromiso con la entidad de Martiricos está fuera de toda duda. Él mejor que nadie sabe lo que significa un club histórico como éste pese a que le «negaron» demostrarlo aquí como jugador. Ahora, esa espinita de no triunfar vestido de corto, se la está sacando luchando para que nada ni nadie despierten al malaguismo de este precioso sueño.

Un pequeño desliz lo puede tener cualquiera

Sí, el Málaga perdió ayer una oportunidad de lujo de meter pie y medio en la máxima competición continental, pero no hay que preocuparse. El equipo jugó bien y dispuso de numerosas ocasiones. Ya quisieran esta situación Athletic, Atlético, Sevilla o Villarreal.

­Lo sucedido ayer en el estadio de La Rosaleda fue un jarro de agua fría. La ocasión la pintaban calva para que el Málaga diese un empujón casi definitivo para estar en Europa la próxima temporada: espectacular racha de resultados y juego, rival en plena crisis y resultados favorables de los rivales... Pero como el fútbol no es una ciencia exacta al final pasó todo lo que nadie deseaba.

No pasa nada, un desliz lo tiene cualquiera. Ahora toca remar y levantarse. Será una semana larga hasta recibir el Lunes de Pascua al desahuciado Racing. Hay que ser positivo, pese a la derrota el Málaga sigue cuarto (a la espera de lo que hagan Valencia y Levante en el derbi del Turia). El Málaga ni puede ni debe desquiciarse. La línea del equipo es la correcta y sólo falta que la «pelotita» entre otra vez. Simeone, Bielsa, Míchel y compañía firmarían con los ojos cerrados la situación del equipo de Pellegrini.

Pepe Mel, Pozuelo y su «caso Apoño» particular

El Betis, como aquel Málaga ya lejano de principios de temporada con Apoño, está sufriendo en sus carnes los efectos del desaire de uno de sus canteranos, Pozuelo. ¿Le habrá pedido consejo Mel a Pellegrini?

­ Alejandro Pozuelo es uno de los jugadores salidos de la cantera bética con más proyección junto a Álvaro Vadillo. Ambos irrumpieron en Primera en la presente temporada, pero el segundo, desgraciadamente, vio cortada su proyección por una lesión de ligamentos sufrida en la primera vuelta contra el Real Madrid. En cambio, Pozuelo ha gozado de la confianza de Mel hasta hace dos jornadas, cuando tras el empate ante el Espanyol en casa (1-1), el joven sevillano arremetió de malas maneras contra varios de sus compañeros por la forma de jugar del equipo verdiblanco. ¿Les suena? A mí mucho... Pasó algo similar en el Málaga durante la primera jornada liguera, con Apoño de protagonista. Las consecuencias de ambos desaires, de momento guardan un paralelismo asombroso: Apoño no volvió a una convocatoria mientras que Pozuelo tampoco. Además, éste ha vuelto castigado al filial. Veremos si Mel le levanta el castigo como pasó con Pellegrini y Apoño, pero lo único que se vio ayer que el Betis poco echó de menos al chaval. Mal asunto si acaba como el palmillero.

La pregunta impertinente: ¿Qué le habrá pedido Pellegrini al Cautivo: la Champions, la recuperación de Baptista, cobrar; o todo a la vez?