El Málaga CF no sólo hace sus deberes en el plano deportivo. Y es que disputar competición europea sería todo un salto económico para el conjunto blanquiazul. La Liga de Campeones podría reportar al club entre 7,2 millones y 29,9 millones de euros (sólo en concepto de premios de la UEFA); y si juega Liga Europa la inversión sería de un millón, como mínimo, a 6,2 millones de euros, como máximo. Las diferencias, por lo tanto, son considerables y los ingresos variarían mucho las arcas malaguistas, ya que en muchos conceptos podría ser autosuficiente.

Pero el Málaga también afrontará la planificación del equipo dependiendo de si disputará una competición u otra, o si desgraciadamente no juega en Europa. Para ello, el club contempla tres planes diferentes en lo que a refuerzos se refiere. Si el Málaga accede a Liga de Campeones, el plan A implicaría la mayor de las inversiones con unos fichajes de primer nivel. Si juega la Liga Europa, se pondría en marcha el plan B con el que los refuerzos irían encaminados a subir el nivel de la plantilla en puestos muy específicos. No disputar competición continental implicaría la menor de las inversiones.