Una buena dosis de humildad y concentración está teniendo la plantilla malaguista esta Semana Santa. No hay fútbol hasta el lunes, pero la plantilla blanquiazul está haciendo los deberes. En teoría, y según dicta la clasificación, el Málaga es muy superior al Racing de Santander, 22 puntos lo avalan. Pero el grado de confianza blanquiazul ha disminuido tras el tropiezo del pasado sábado en La Rosaleda contra el Real Betis. Ya nadie en Martiricos tiene exceso de confianza y los jugadores no se fían ni del Racing, que es uno de los mejores rivales posibles para volver a ganar.

La plantilla ha adoptado una pose de humildad propia para afrontar un duelo con trampa. El martes fue Demichelis el que entonó el mea culpa. «Creo que fue un golpe a la euforia importante para que la gente sepa que va a ser duro el final de la Liga». Monreal también se movió en la misma línea el miércoles. «Nos lo van a poner muy difícil, no va a ser un partido sencillo». Y Mathijsen advirtió el jueves sobre la dificultad que entraña el rival del lunes.

Lo cierto es que visita el Racing de Santander La Rosaleda como un lobo con piel de cordero. El estado de alerta está en nivel amarillo. No hay confianzas posibles. Pero lo cierto es que los cántabros llegan con un cartel que invitan al optimismo.

El Racing, sumido en una galopante crisis de resultados e institucional, cuenta con dos datos negativos que le pesan como una losa. El conjunto racinguista es el menos goleador de Primera. Con solo 23 goles repartidos en 30 partidos, su coeficiente de acierto es demasiado bajo (0,7 goles por encuentro). La amenaza del gol es una de las asignaturas pendientes para el conjunto que ahora dirige Álvaro Cervera, pero que antes ya entrenaron el triunvirato formado por Juan José González, Fede Castaños y Pablo Pinillos, y también el argentino Héctor Cúper, que arrancó el curso sin éxito.

La Liga está dando poca tregua al Racing y los cántabros, ahora penúltimos empatados a puntos con el Sporting, que es el colista, se encuentran a siete puntos de la salvación cuando restan 24 puntos por disputarse. Las declaraciones que llegan desde Santander tampoco invitan al optimismo ya que afición y jugadores casi sólo se agarran a las matemáticas.

Uno de los peores a domicilio. En el juego, la respuesta no ha podido ser peor. Cervera tomó las riendas del club hace cuatro jornadas y sólo conoce un empate desde entonces, lo demás han sido derrotas. De hecho, los cántabros sólo han cosechado una victoria en los últimos doce partidos -0-2 en el Reyno de Navarra en la jornada 19-. Una racha adversa que puede enviarlos a Segunda.

El segundo dato negativo del Racing es que es uno de los peores equipos a domicilio de la Liga. Evidentemente, al estar empatado a puntos con el Sporting en la última posición, los santanderinos también son un rival accesible y débil cuando viajan por España.

Los cántabros sólo han cosechado nueve puntos de 42 posibles. Han ganado un encuentro, el anteriormente mencionado en el estadio de Osasuna, y han empatado seis partidos. Han marcado 14 goles lejos de El Sardinero, pero han encajado 29 tantos en contra.

Precisamente se miden a uno de los mejores equipos en casa. Y es que el Málaga, pese a perder el pasado sábado en La Rosaleda contra el Betis sigue manteniendo unos números casi perfectos cuando juega como local. De hecho, es el tercer mejor equipo en ese apartado por detrás de Barcelona y Real Madrid. Los blanquiazules tienen 32 puntos y sólo han cosechado tres derrotas -los dos grandes y el Betis-.

No hay que negar que el futuro del Racing parece cada vez más lejos de Primera. Sólo queda esperar que el Málaga pueda aprovechar la decadencia en la que está instalado el equipo cántabro y consiga una victoria que le acerque a la tercera posición.