­El entrenador de la Real Sociedad, Philippe Montanier, se defendió ayer de las críticas y peticiones de dimisión escuchadas en el último partido de Liga contra el Betis y dijo que seguirá trabajando «por el presente y por el futuro» del equipo. El preparador francés, en su conferencia de prensa previa a los partidos de competición, recordó que en Anoeta en la segunda vuelta la Real ha conseguido «dieciséis de veintiún puntos posibles» por lo que considera que su equipo «está bien».

También destacó Montanier que los puntos logrados en los últimos partidos no valdrían para clasificarse para Champions pero sí para el objetivo de la permanencia, ya que la Real tiene diez puntos de diferencia con las plazas de descenso. Subrayó como mérito el hecho de haber conectado con la filosofía del club al «abrir la puerta a los jugadores de cantera», a los que augura un gran futuro según adquieran mayor experiencia.

El entrenador realista habló también sobre su próximo rival, un Málaga que tiene una gran plantilla y que ha sido diseñado «para luchar por clasificarse para la Champions League». El francés calificó de «reto»puntuar en La Rosaleda y está muy ilusionado con hacer un «buen partido» en la capital de la Costa del Sol.

«El Málaga se juega la calificación para la Champions, es un muy buen equipo, tiene técnicamente un gran nivel, con jugadores de mucha calidad y movilidad. Pero tenemos la capacidad de hacer un buen partido fuera de casa».

Para este encuentro, Montanier puede tener una baja sensible como es la del capitán Míkel Aramburu, afectado por una lumbalgia y que tiene escasas opciones de entrar en la convocatoria. Más posibilidades tienen el goleador Imanol Agirretxe y Vadim Demidov, dos de los tocados durante la semana que viajarán a Málaga y podrán jugar.