Pero vaya 15 partidos, gracias a él el Málaga puede volar tan alto hoy.

­Baptista es, sin duda, el jugador de campo que menos partidos ha jugado con el Málaga en estas últimas dos temporadas, a excepción de Diego Buonanotte. La «Bestia» sólo ha disputado 15 partidos de 55 posibles en sus dos temporadas que lleva como malaguista. Si nos ceñimos al número de partidos jugados, nadie se explicaría por qué el brasileño se ha convertido en el jugador más importante de la historia reciente del Málaga, pero si vemos la repercusión que tuvieron sus nueve goles en la temporada pasada, se explicaría el por qué el Málaga está hoy peleando sin complejos por la Champions.

Baptista tiene muy complicado volver a jugar en los cuatro partidos que restan, pero la ilusión en su regreso fue tal que muchos han caído en depresión tras ver que el atacante no llegaba de Brasil listo para jugar. La «Bestia» es una pieza clave en este proyecto, pero gracias a Dios (o a Alá), no es la única. Sus compañeros, sin él durante toda la campaña, están haciendo el sueño de la Champions realidad. Julio, tú recupérate pronto y el año que viene a hacer de las tuyas por Europa.

El Reyno de Navarra, su fortaleza y el «fuego» aéreo

El Málaga se encontró ayer en el Reyno de Navarra exactamente lo que se esperaba: Un fútbol primitivo basado en balones en largo aderezado en esta ocasión por una intensa lluvia que nos hizo rememomar la década de los 80 donde en el Sadar no había césped, sólo era barro.

­Si hay algún equipo en la historia del fútbol español que se mantenga fiel a un estilo definido, ése es el Atlético Osasuna de Pamplona. El conjunto rojillo lleva 92 años jugando a lo mismo y por los resultados no les ha ido nada mal, la verdad. Da igual que lo entrene Mendilíbar, Aguirre, Rafa Benítez, Lotina o Zabalza. La filosofía del patadón para arriba y a correr no la cambia nadie. Ni el mismísimo Pep Guardiola sería capaz de arrancar de El Sadar el estilo primitivo del conjunto pamplonica.

El Málaga, históricamente, siempre ha cosechado buenos resultados por tierras navarras, pero nunca se había plantado en el barrizal del Reyno intentando mimar la pelota y tratar de tener posesiones largas, la antítesis de los locales, vamos. Pese a jugar bien durante buena parte del choque, el Málaga sólo pudo sacar un punto que a mí, personalmente me sabe a poco. Se presenta una semana movida en la entidad de Martiricos, no porque el equipo ande mal, sino porque el domingo el Málaga juega contra el Valencia el partido más importante de su historia reciente. La Champions está en juego y el premio gordo tiene muchas novias, aunque el Málaga es el pretendiente más guapo.

Raúl, despedido con honores de estado en el Schalke 04

Raúl González, mito madridista y uno de los mejores jugadores de la historia de España, anunció la semana pasada que se marcha del Schalke 04 a final de temporada. El equipo alemán le despidió con honores de estado y retirará el «7» en su honor.

­Dicen los más viejos del lugar que si en un sitio no te valoran a pesar de hacer las cosas bien, al siguiente al que vayas sí que lo harán. Algo por el estilo debe estar pensando Raúl tras anunciar su despedida con el Schalke 04 al final de temporada. El delantero madrileño llegó al equipo alemán la pasada campaña tras salir del Real Madrid por la puerta de atrás después de batir todos los récords habidos y por haber en la casa blanca. Ahora, la entidad germana, que ha disfrutado dos temporadas del internacional español, da una lección de como hacer las cosas con una figura tan importante como Raúl. Tanto ha calado el delantero en el club de Gelsenkirchen que han decidió retirar el número siete en su honor.

Algunos piensan que es un reconocimiento un tanto exagerado, pero pocos son capaces de cuantificar el impacto de un jugador de su talla en un equipo medio como éste. El Schalke ha sabido reconocer la calidad humana y futbolística de Raúl, mientras que la afición blanca aún espera poder rendirle un merecido homenaje y despedirse de un ídolo en la que ha sido siempre su verdadera casa.