Ruud van Nistelrooy, el mejor goleador de la última década, anunció ayer de forma oficial que cuelga las botas después de 19 temporadas en la élite. Cuando él ya marcaba goles en la Primera División de la Liga holandesa, Juanmi acababa de nacer, mientras que Recio y Portillo aún llevaban chupete.

El espigado delantero ha marcado en su trayectoria deportiva 249 goles en Liga y, en total, 347 tantos en 589 partidos, sin contar las 35 dianas que hizo con la selección holandesa en 70 partidos. Ha jugado dos Eurocopas (Portugal y Austria-Suiza) y un Mundial (Alemania), ha logrado títulos de Liga en Holanda, Inglaterra y España. Dice adiós al fútbol como él quiso: dejando al Málaga CF clasificado para la Liga de Campeones, precisamente el título que se le resistió a pesar de jugarlo con equipos de la talla mundial del Real Madrid, el Manchester United y el PSV Eindhoven.

Con casi 36 años (los cumplirá el próximo 1 de julio, domingo), Van Nistelrooy corroboró ayer que cuelga las botas en un acto de veinte minutos de duración, tan sencillo como emotivo, en el que estuvo acompañado en la mesa presidencial por Fernando Hierro (mánager general del Málaga CF), Antonio Fernández (director deportivo) y Paco Martín Aguilar (consejero consultivo). Pero también estaban presentes Vicente Casado (responsable de Marketing y Desarrollo), Vicente Valcarce (delegado), Kiko Lacomba (fisioterapeuta) y Juan Carlos Salcedo (utillero), además de los jugadores Baptista, Weligton, Eliseu, Maresca, Camacho y Joaquín. Y, cómo no, su mujer y sus hijos, sus padres, otros familiares y amigos.

Fue a las 12.39 cuando apareció por la sala de prensa de La Rosaleda para comunicar su adiós. Ruud leyó una carta de despedida y admitió que tomó la decisión en «febrero o marzo», que no quiso anunciarlo en vísperas de estos partidos en los que el Málaga CF se jugaba entrar en la Champions, al considerar que no era el momento idóneo. Y recordó su «presentación inmensa», con un proyecto nuevo que dos años después han desembocado en el cuarto puesto. «Ha sido un final espectacular. Despedirme con casi 36 años, sin lesiones y con el Málaga en la Champions. Estoy eufórico», dijo «Van Gol», que tenía otras ofertas para seguir jugando al fútbol, pero que quería despedirse del fútbol en el nivel más alto posible. «Ha sido con el equipo cuarto en la mejor Liga del mundo».

Es el adiós de un mito, de una leyenda del siglo XX y parte del XXI. A partir de ahora Ruud dedicará el mayor tiempo posible a disfrutar de sus hijos y de su mujer. Cuando era manteado por sus compañeros, afirma que sintió «algo bonito». «Tengo buena relación con los compañeros y con el cuerpo técnico. Este año fue muy especial. El último recuerdo es el mejor». Gracias, Ruud.