De la cálida Málaga al frío Montevideo. El uruguayo Sebas Fernández se marcha a su país natal a vivir unas merecidas vacaciones, pero justo cuando el invierno baña sus playas. El charrúa se despidió de sus compañeros el pasado miércoles, se marchó feliz en busca de descanso y asegura que regresará con las pilas cargadas para dar guerra en Europa. Pero su futuro genera incógnitas. Pese a que tiene el beneplácito de la grada, la competencia el próximo curso puede privarlo de minutos. Aún así, como buen guerrero, él no se rendirá y asegura que quiere cumplir el sueño de la Champions con el Málaga.
¿Cómo valora la temporada a nivel particular y colectivo?
Muy buena. Una cosa va de la mano con la otra. Esto es un equipo, no es tenis. Vamos todos juntos y por suerte terminamos muy bien. Acabamos muy contentos y en el lugar donde quería toda la ciudad.
¿Cuáles fueron las últimas palabras de Manuel Pellegrini antes de marcharse de vacaciones?
Sólo nos saludó y nos felicitó. También nos despedimos entre nosotros el último día porque será casi un mes y medio sin volver a vernos. El «profe» nos dio el plan de trabajo y esas cosas, además de confirmar la fecha de vuelta. Será el seis de julio cuando comencemos a entrenar, por lo que deberemos estar por aquí el día cinco como muy tarde.
¿Esperáis estar todos de vuelta para el seis de julio?
Sí, en principio no hay novedades al respecto. Estaremos todos, menos alguno como Santi Cazorla, que tiene la Eurocopa y ojalá que también les toque a Monreal e Isco y alguno más.
¿Hay alguna novedad sobre su futuro, pese a que tiene contrato en vigor?
Yo tengo dos años más de contrato y estoy muy contento en el Málaga, espero que ellos también conmigo. Esperemos que pueda seguir acá.
¿Qué balance hace de la temporada más a nivel personal?
La verdad es que muy bueno. A principio de año, cuando comenzó, parecía bastante difícil que consiguiera minutos. Al final jugué y tuve buenos momentos con buenos partidos. Y bueno, al final de año pude aportar siempre para el equipo. A veces me tocó estar en el banco y otras jugando, pero siempre pude ayudar al equipo y eso me ha hecho acabar el curso muy contento.
¿Con qué se queda de la temporada?
Con todo, con el día a día que es lo que hace que triunfemos. Yo soy un enamorado de lo que hago. Me encanta el fútbol. Disfruto mucho al venir a entrenar, del vestuario, de mis compañeros... Más allá de cómo vayan las cosas me quedo con mi trabajo, que es lo que más me gusta.
Si la temporada pasada ya había competencia, para el próximo curso se espera mucha más con la llegada de más jugadores y con la Champions como telón de fondo.
Esto es un club grande y es algo normal. Es un orgullo estar en un club tan grande y que esté creciendo tanto. Yo quiero estar aquí y quiero aferrarme con mucha fuerza a este sueño que tenemos todos de jugar en Europa.
Hace no mucho, sólo dos veranos atrás, Sebas desembarcó en el Málaga como el fichaje más caro (3,6 millones de euros). ¿Este curso eso ya estaba olvidado, no?
Eso queda a modo de risa, comparado con los fichajes que tenemos.
Pese a que no ha gozado de toda la continuidad que le gustaría, el cariño de la afición hacia su figura ha sido palpable cada partido. ¿Qué palabras le dedicaría?
Sobre todo, agradecimiento a todos. Y que no se preocupen, que voy a seguir siendo el mismo y luchando lo mismo para que la gente esté contenta. Y espero ofrecer también más alegrías.
¿Qué tiene pensado hacer ahora en estos días de descanso en Uruguay?
Disfrutar. Tengo pensado irme a mi casa, que ahora es invierno en Uruguay. Tengo también un par de partidos con la selección. Y después, con la familia y los amigos, que cuando estás lejos se extrañan muchísimo.
Y la temporada que viene, ¿qué papel hará el Málaga CF en Europa?
Aún es pronto. Pero esperemos que nos vaya muy bien en esa previa de Champions y poder estar en la Liga de Campeones, que también es una ilusión muy grande que tenemos todos en el equipo. Para mí, que vengo de Uruguay, la Champions es un torneo muy importante.