El futuro de Fernando Hierro como malaguista sigue siendo una incógnita. Los ecos de su posible salida aún resuenan en el malaguismo y hasta el próximo lunes, que será cuando el veleño comparezca ante los medios, el periodo de especulación puede ser demasiado alargado en el tiempo.

Lo que sí es cierto es que el todavía mánager general del club medita su decisión final en Madrid. El dirigente se marchó el pasado lunes hasta la capital de España, donde tiene instalada su residencia habitual, para atender varios asuntos personales. Uno de ellos fue acudir ayer mismo por la mañana al sepelio de María de los Ángeles Sandoval «Pitina» y para presentar las condolencias a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, tras el fallecimiento de su mujer el pasado lunes.

Hierro continuará en Madrid al menos hasta el viernes. Allí madura la decisión que ya parece definitiva. El malagueño se ha refugiado en su familia e intentará encontrar una solución posible, un camino que pueda dejar contentos a todos.

Pero la realidad es que casi no hay marcha atrás. Estos días de reflexión que ambas partes se han dado son un puente hacia lo esperado. Y el lunes será la confirmación oficial de que Hierro abandona la nave.

Los contactos, pese a todo, continúan, aunque sea de manera telefónica. La intención del jeque es que Fernando Hierro siga en la disciplina del club. Valoran su liderazgo, su veteranía como hombre de fútbol, su inmejorable imagen de cara al exterior y lo consideran un pilar en el Málaga del futuro. Las competencias que ha asumido el mánager general han sido más amplias de las esperadas, y sólo un golpe drástico de timón podría servir para cambiar la opinión del dirigente.

Sin embargo, Hierro también es exigente y una de las pequeñas rendijas abiertas que arrojan luz a su posible continuidad llega de la mano de un nuevo plan de gestión del Málaga CF. Sobre todo sería en el plano económico donde se esperan cambios drásticos en la entidad blanquiazul.

La actual manera de gestión siembra dudas. No sólo en el exterior, donde los dirigentes de otros clubes atienden con recelo las peticiones de prórroga que el Málaga ha reclamado en los últimos tiempos, sino también en el seno del club. El Málaga está lejos de ser autosuficiente, pero nadie duda de la solvencia económica del jeque, aunque sí de sus plazos para cumplir los pagos.

Las miras de Hierro y de Pellegrini, que ya exigió en su última comparecencia pública un club más profesional, es de contar con un organigrama moderno y lo suficientemente importante como para no fallar cada dos por tres. Es decir, que Hierro ha solicitado al jeque cumplir un riguroso programa de pagos con cierta periodicidad.

El dirigente también se ha sentido muy solo en los últimos meses tras el fallecimiento de José Carlos Pérez y la reestructuración y reorganización de las funciones, además de la entrada de nuevo personal para redistribuir trabajo, será un tema a abordar. En definitiva, Hierro quiere una planificación de futuro para el Málaga, para que sea un club modélico en el fútbol español.

Pero el funcionamiento de la entidad de Martiricos sigue al ralentí. De momento, la planificación del próximo curso está a expensas de que aterrice Abdullah Ghubn, que se le espera en los próximos días, incluso antes del fin de semana. El dirigente tendrá que abordar numerosos temas sobre la mesa, además de la continuidad de Hierro, el presupuesto del Málaga para abordar los fichajes este verano.