Fernando Hierro no quería abandonar la nave blanquiazul hasta comprobar que tanto la plantilla al completo (jugadores, cuerpo técnico, cuerpo médico y utilleros) como los empleados del club habían cobrado los atrasos que tenían en los salarios. Y es que la semana pasada llegó una partida económica del jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani, destinada al pago de las nóminas de los últimos meses, con el fin de poner al día todos los atrasos pendientes.

La demora de la rueda de prensa hasta el día de ayer desde el pasado martes, fecha en la que se supo que Hierro había presentado la dimisión, se debió al compromiso del hasta ayer mánager general con los trabajadores y con la plantilla.

«Vamos aprendiendo, sabiendo las situaciones y las circunstancias. Fue un compromiso mío, personal, con el club, con gente del día a día», expresó cuando se le preguntó acerca de la demora de seis días desde que se supo su intención de dimitir hasta el día de ayer en que lo anunció públicamente en la sala de prensa del estadio La Rosaleda.

Y es que Fernando Hierro tuvo palabras de agradecimiento hacia muchas personas vinculadas al club de Martiricos, pero en especial hacia los componentes del cuerpo técnico (sobre todo, al entrenador, Manuel Pellegrini), hacia los jugadores y hacia los trabajadores de la entidad.

«Mi más sincero agradecimiento a los profesionales, a quienes viven el día a día, al míster... Es una delicia tenerlo como entrenador. Es una magnífica persona».

Una «universidad». «He tenido compañeros de viaje fantásticos, me llevo una «universidad», muchos meses donde he aprendido muchísimo, día a día, con compañeros de viaje que han ayudado al club. Han sido meses donde he aprendido muchísimo. Y me puedo sentir muy contento de eso, de la gente: Vicente (Casado), Manolo (Novo, director financiero), Jesús (Nuño), Víctor (Varela), Oriana (Caamaño, secretaria de Abdullah Ghubn), José Luis (Ruiz, el gerente), los de marketing y utilleros, masajistas. Todos son de Champions. Un ejemplo».

A Hierro se le veía emocionado hablando de sus compañeros, de quiénes le han tratado en el día a día. «He tenido la suerte de vivir un año fantástico», resumió Fernando Hierro.