Francisco Martín Aguilar sabe como pocos dirigentes del Málaga CF, por no decir ninguno, lo que significa para el equipo haberse clasificado por primera vez en la historia para la Previa de la Liga de Campeones. Y nadie mejor que su mujer, Ana, sus seis hijos y sus 21 nietos saben lo que significa para él este éxito deportivo sin precedentes del equipo de la capital de la Costa del Sol.

¿Qué balance deportivo hace de la temporada del Málaga CF?

Cuando empezamos la temporada, con los fichajes que trajeron, estábamos seguros de que esta temporada iba a ser espectacular. La categoría de los jugadores era para esperar el mayor éxito. En toda la historia de este club, nunca hemos tenido la oportunidad de contar con una plantilla de esta calidad. Durante la competición asistimos a esa regularidad que debe mantenerse en una liga como ésta, que es la mejor del mundo. Y, aunque no pudimos ganar algunos partidos, yo tenía la seguridad de que con el c0mpromiso que observaba en el cuerpo técnico y jugadores al final estaríamos entre los seis primeros. Conforme llegaba el final, me veía tercero. Aunque quedamos cuartos, sabe a tercer puesto.

Para usted, que vio al Málaga en albero y que fue testigo de la desaparición del CD Málaga, ¿qué supone la Champions?

Jugar la Champions es lo máximo a lo que hoy en día puede aspirar un equipo que no sea el Real Madrid o el Barça. Para el Málaga, llegar a esta competición en tan corto periodo de tiempo es un orgullo para sus directivos y para toda la afición, que es la que más sufre, y en este caso para todos los malagueños.

¿Lo celebró especialmente?

Como interiormente me estaba convenciendo de ello, esa alegría que tenía era al mismo tiempo un sufrimiento en los últimos partidos. Esa alegría contenida en el palco no se exterioriza con tanta facilidad como fuera del mismo. Tuve que esperar para celebrarlo junto a la plantilla, tras el último partido, en los diversos actos que se celebraron. Y, por supuesto, con toda mi familia, que saben la entrega incondicional que tengo con el Málaga CF.

¿Notó nerviosismo entre los trabajadores y los jugadores cuando aún no habían cobrado?

No, nunca. En ningún momento. No he observado nada de eso.

¿Qué sensaciones ha transmitido Abdullah Ghubn desde su llegada?

La ilusión más grande que jamás hubiera podido soñar nadie en este club. Desde los primeros treinta minutos que tuve con él cuando me llamó para convertirme en consejero consultivo, el 2 de agosto de 2010, que fue un lunes, pude darme cuenta de lo importante que iba a ser para este club. Y después, con sus decisiones, hemos comprobado todos que no me equivocaba. Y ahora, donde estamos, todo se lo debemos a él y, por supuesto, a nuestro presidente, el sheikh Abdullah Al-Thani. Tenemos que darles las gracias a ambos por haberse enamorado un día del Málaga CF.

En el fútbol se sufre mucho y usted ha vivido muchos episodios, ¿verdad?

Creo que he vivido los peores momentos, igual que ahora estoy viviendo los mejores. En poco más de un año hará, en total (en varias etapas) 25 años que estoy en el club, y eso da para mucho. Los momentos más tristes fueron los descensos y la desaparición del CD Málaga. Por ello, todos debemos aprovechar la situación actual del club, que es la mejor de todos los tiempos.

¿Cómo ve el futuro del club a medio y largo plazo?

Creo en el firme compromiso del sheikh y de Abdullah Ghubn y, como ellos dicen, esto acaba e empezar. Estoy seguro de que cada día que pasa en sus manos este club será más grande e importante, a nivel nacional e internacional. Ahora conocen al Málaga CF en el mundo entero gracias a ellos.

La construcción de la Ciudad Deportiva parece en stand by. ¿Cómo está la situación?

Ignoro la situación actual, porque es algo que controla mi compañero del Consejo Jesús Nuño. Desde luego, cada vez que hablamos de ello, manifestamos lo importante que es para este club poder contar con una Ciudad Deportiva digna, donde definitivamente se pueda instalar La Academia. El Málaga CF tiene una de las mejores canteras del mundo, por lo que hay que tener medios suficientes para poder desarrollar nuevos talentos, que se sumen a los ya existentes.

¿Y la del nuevo estadio?

Mi deseo, y creo que el de todos los aficionados malaguistas, es el proyecto de un nuevo estadio, porque con el nuevo estilo que funciona en el club sería lo más grande para esta ciudad en términos de fútbol. Y no sólo el estadio, sino lo que conlleva el complejo deportivo. La Rosaleda guarda muchos recuerdos y sentimientos como para contemplar la posibilidad de ampliarla. El crecimiento del club pide a gritos un estadio más grande que La Rosaleda.

La afición desea ver un fichaje. ¿Qué mensaje le transmite?

Todos soñamos con grandes fichajes, que como dice Manuel Pellegrini serán cuatro. Todo tiene que ser consensuado, sin prisas, para lograr el resultado idóneo. La afición debe estar tranquila de que el Málaga tendrá equipo para competir en lo más alto.

¿Le sorprendió la dimisión de Fernando Hierro?

A mí me sorprendió. Ha sido para mí un placer conocerlo más de cerca durante estos nueve meses. He tenido la oportunidad de comprobar que es una persona importante en el mundo del fútbol. Pero es absolutamente comprensible que, si no estaba a gusto, por los motivos que fuera, no quisiera continuar. En el momento en que anunció la dimisión, yo estaba de vacaciones, por lo que me sorprendió con más motivo.

¿Ha cambiado mucho su rol desde el adiós de Hierro?

Nada. Sigo ocupándome de las mismas funciones para las que fui designado consejero consultivo. Soy un servidor del club. Siempre hice lo que me apetecía: representar al club en todos los actos en los que debamos estar y colaborar con la imagen que debemos proyectar hacia las peñas, que tienen una función de apoyo muy importante para el club. Y, en los desplazamientos, siempre he hecho de jefe de expedición y hago todo lo que el club considera necesario.