Jóvenes aunque sobradamente preparados (JASP). Ésa era la definición hace unos años de una magnífica hornada de deportistas que inundaba España. Hoy, el Málaga puede presumir de tener a siete jóvenes en su estadía de Campoamor con el cartel de futuras estrellas. La cantera del Málaga, siempre tan prolífica, ha aumentado sus fronteras y como suele ser habitual, Manuel Pellegrini ha decidido darle la alternativa a jugadores de la cantera. Bien para completar la plantilla a falta de refuerzos o bien para conocer más de cerca cada una de las virtudes de estos siete futbolistas.

Sea como fuere, Pol, Jurado, Adri, Fabrice, Cala, Toni y Álex Portillo se han ganado por derecho propio estar junto a la plantilla de Champions estos días en tierras alicantinas. Su calidad y desparpajo son su mejor aval y a ello suman la ilusión de robar minutos en una temporada muy larga, con tres competiciones y con lesiones, sanciones y rotaciones de por medio.

Entre los siete canteranos en la estadía hay dos porteros, un lateral derecho, un central, un mediocentro, un banda derecha y un delantero. Tres de ellos no son novatos en estas lides y ejercen de cicerones al resto. Ellos son Pol, Jurado y Cala, que incluso han coqueteado con el primer equipo en más de una ocasión.

Pero el resto son prácticamente nuevos para los ojos del malaguismo e incluso para Pellegrini. Adri, a sus 23 años, ejerce de «hermano mayor». Habilidoso y escurridizo jugará en el filial el próximo curso. Toni, el guardameta, tiene competencia por delante. «Para mí ya es un premio estar aquí», asegura este canterano salido del Barcelona hace dos temporada y que defendió el curso pasado la meta del juvenil de División de Honor. Ahora pasa al filial en Tercera División.

Álex Portillo, central que se presenta como un zaguero rápido y con calidad sueña con encontrar un hueco ahora que sólo hay tres centrales en la plantilla.

Y por último Fabrice Olinga. El joven delantero camerunés tiene 16 años, fue una de las sensaciones el curso pasado en el juvenil de División de Honor y ya ha comenzado a hacer sus diabluras en los entrenamientos del primer equipo. Su convocatoria fue una sorpresa. Es el benjamín del grupo y de la expedición, pero el fútbol nunca entiende de edades.