Joaquín tiene mucha calidad y mucha clase, pero también tiene veteranía en sus piernas. Con más de 20 partidos jugados en la Liga de Campeones y con dos previas de Champions superadas en su historial, el del Puerto de Santamaría es un gran aval para mantener la cabeza fría en una temporada larga e ilusionante.

Se le ve con buen color. Todo apunta a que ha pasado unas buenas vacaciones...

Bien, tranquilitas y en familia. Cuando uno tiene niños son los que mandan. Disfrutando de la familia, todo el día en la playa lleno de arena... Hemos estado entre Sevilla y Cádiz y también un par de semanas en Ibiza.

El salto de la playa al césped siempre es complicado, pero en usted parece que es menor con su perenne sonrisa en la cara y su cachondeo continuo...

No te creas, lo que pasa es que siempre le pongo buena cara. Pero es verdad que para los futbolistas, lo que peor llevamos son las pretemporadas y las concentraciones. Al menos para mí. No sólo el tema de correr, sino también estar tanto tiempo fuera de casa. Pero bueno, te acostumbras y lo que uno piensa a los 30 años es que esto no falte. Dar gracias a Dios de poder disfrutar de los compañeros y de estas cosas. Al final lo echaré de menos el día de mañana.

Para Joaquín jugar la Champions y disputar competición europea no es una novedad, pero para el Málaga sí es prácticamente nuevo. ¿Nota esa ilusión?

Sí, por supuesto. Me hace mucha ilusión a mí también. Que la haya jugado no significa que no me haga ilusión. Y más siendo la primera vez que el Málaga va a disputar esta competición. Entonces es doble motivación por lo personal y por lo que significa en el club y en la ciudad.

Hay buen rollo en el equipo. El otro día Rubén Cousillas (segundo entrenador) le vacilaba en tono jocoso y le decía que no le había visto nunca más allá de la fase de grupos en la Liga de Campeones...

(Risas) Bromeamos mucho y siempre está ahí picándome un poco. Pero ojalá que este año lo pueda conseguir con el Málaga. Sería extraordinario. Por lo menos meternos en Champions y después poder disfrutarla.

Usted ha jugado ya dos veces la previa de la Liga de Campeones. Una con el Betis contra el Mónaco y otra con el Valencia contra el Elfsborg. En ambos casos salió victorioso. Una experiencia positiva, sin duda.

Sí, lo que pasa que ahora sí es verdad que te puede tocar equipos más difíciles. Siendo la primera vez está claro que fácil no va a ser.

¿La previa de Champions marca toda la temporada o hay que tomarla con más relajación por si no se consigue el pase?

Está claro que la ilusión y la mente están en ese partido. Pero todo es tan nuevo para nosotros que si desgraciadamente no puede ser no nos podemos venir abajo tan pronto. Seguiríamos jugando en Europa. Pero sí es verdad que sería un premio y una ilusión tremenda poder pasar la previa.

¿Cuál puede ser el tope de este Málaga? ¿Nos podemos guiar por lo ocurrido el curso pasado?

No es fácil repetir lo del año pasado y estar entre los mejores. La Liga es muy larga y tuvimos altibajos. Pero el equipo demostró estar unido hasta el final. Fue un premio al trabajo y a la dedicación. Y este año tiene que ser igual. Es importante no ponerse metas. El día a día es importante aquí porque sabemos que hay un buen equipo y un buen proyecto, que las cosas si salen bien somos un equipo que podemos dar sorpresas. Pero siempre desde el trabajo y pensando que tenemos tres competiciones y que hay que contar con una plantilla muy amplia.

Pero usted sabe manejar este tipo de situaciones de temporadas largas y disputar tres competiciones. Lo cierto es que se está alertando mucho del peligro que puede entrañar jugar en Europa y descuidar la Liga...

Sí, está claro que no podemos centrarnos sólo en lo que nos hace más ilusión, que es la Champions. No nos podemos olvidar de lo que es la materia madre que es la Liga, que es lo que nos lo da todo. Como he dicho antes, pues tenemos que tener un equipo amplio donde la gente pueda descansar. Si somos capaces de pasar la previa de Champions van a ser muchos partidos y eso tiene un desgaste importante. Hay que manejar bien la situación. No es preocupante, pero la situación cambia por completo. Juegas ahora con los mejores equipos de Europa. Habrá hueco para las rotaciones.

Sin embargo, no hay ninguna cara nueva de momento. ¿Preocupa en cierta medida?

Bueno, está claro que tienen que llegar refuerzos y mientras antes lleguen, mucho mejor para acoplarse. No nos preocupa. Eso lo manejará el club.

En lo personal, el curso pasado no le respetaron demasiado las lesiones. Cuando estuvo en forma fue espectacular, pero no tuvo la continuidad deseada.

Sí, desgraciadamente el año pasado recaí demasiadas veces de la misma lesión, algo que no me había pasado nunca. La lesión está al cien por cien recuperada. E intentar de que me respeten un poco más. Es verdad que el curso pasado, cuando mejor me sentía, recaía. Y en la segunda vuelta no pude disfrutar por esa racha que tuve. Pero yo quería recuperarme pronto para ayudar al equipo.

Aún así, tuvo momentos esplendorosos en el curso, sobre todo en La Rosaleda y levantando a la gente de sus asientos, tal y como usted añoraba hacer.

Yo siendo de la tierra... Parecerá una tontería, pero para mí personalmente, yo que he jugado fuera de mi tierra con el Valencia y otros equipos... Andalucía es diferente. Y, no sé, yo lo siento así. Es otra cosa jugar en un campo andaluz a jugar en otro tipo de campos. Y el sentirte feliz. Sentirte bien, ayuda mucho. E influye en lo personal como en lo deportivo. Estoy muy a gusto y muy contento. Y disfruto cuando salgo al campo. La gente me muestra su apoyo y su cariño. Es fundamental y a mí me lo han demostrado desde el primer día. Es algo que siento así y que quiero devolver en todo momento.

Es cierto que se le vio muy cómodo y muy suelto en el campo por esa confianza...

Pellegrini también me dio mucha libertad en ese aspecto. Tener la confianza del míster para mí ha sido fundamental. Te da mucha tranquilidad.

Lo cierto es que no eran pocos los que pensaban que con Pellegrini, Joaquín abandonaría la banda y se reciclaría por el centro, pero no ha sido del todo así.

No, él me ha dado siempre mucha libertad y me ha dicho que tanto por dentro como por fuera que disfrute. Yo estoy dentro y sé la situación perfecta. Pero me ha fortalecido muchísimo a la hora de atacar. No tengo preferencia sobre segundo punta o pegado a la banda. Lo que sí es cierto es que este año quiero tener un poco de más gol. Intentaré marcar más goles.

El Málaga busca delantero en el mercado. Ahora cuenta con Rondón, pero ¿qué tipo de delantero le gustaría que trajeran a un asistente como usted?

Bueno, pues el típico «9» que balón que cae en el área lo caza. Ese tipo de futbolistas es el que todos desean tener. Por fortuna nosotros tenemos a Rondón que es fuerte, rápido y goleador. Y si somos capaces de traer uno más, pues mejor. Para jugadores de banda, que un nueve siempre esté en el sitio y al acecho, nos gusta. Pero valen dinero y creo que es imprescindible ficharlo tras la marcha de Van Nistelrooy y la lesión de Julio Baptista.

¿Ha podido hablar con Julio Baptista?

Sí. Está tranquilo y bien, intentando acortar plazos para verse con el grupo.

¿Cómo está el vestuario? Son las mismas caras, con los mismo chascarrillos y sin nadie nuevo al que hacerle novatadas...

(Risas) No, es un grupo que nos llevamos muy bien, muy humilde y nos llevamos fenomenal. Eso es lo importante para afrontar la Liga. Es fundamental mantener la armonía, la alegría y el buen rollo.