Hoy es el día. El Málaga CF llegó a un acuerdo con la plantilla blanquiazul de atender la primera parte de las deudas pendientes hoy martes 31 de julio. Sin embargo, todo hace indicar que el club no podrá hacer frente a dichos pagos y que volverá a surgir el malestar, con fuerza, en el seno de los jugadores.

El Málaga CF, que se encuentra envuelto en unas complejas negociaciones para cambiar de propiedad, no tiene a día de hoy liquidez para hacer frente a los casi seis millones de euros que debe pagar a la plantilla. El acuerdo se remonta a la concentración de Campoamor, donde la visita de Vicente Casado apaciguó los ánimos de la plantilla y la denuncia en masa en la AFE. El responsable de Desarrollo y Área de Negocio del Málaga CF se comprometió, en nombre del club, a atender los retrasos de la plantilla en dos plazos. Y el primero vence hoy mismo, mientras que el segundo es para el 1 de noviembre.

Con dicho acuerdo, los jugadores no denunciaron. Y los cuatro que sí lo hicieron, retiraron sus denuncias días después tras llegar al mismo acuerdo con el club. Con la retirada de las denuncias en la AFE, el club se aseguraba también que no pudiera haber descenso administrativo en caso de no hacer frente a las denuncias en el pago que determina la Ley (25 de julio, como muy tarde). Es decir, que aunque el Málaga tendrá sumamente complicado pagar hoy a la plantilla, no se verá afectada su continuidad en Primera División y tampoco su participación en la Liga de Campeones.

La próxima fecha para atender denuncias por parte de la AFE y la LFP es ya en diciembre, que es cuando se volvería a reunir la Comisión Mixta y que determina si las denuncias siguen adelante.

La plantilla, con todo, aterriza hoy en Málaga tras un largo viaje de vuelta de tierras venezolanas. El descontento y el malestar ya ha sido palpable en los jugadores a tenor de las informaciones llegadas deste el país sudamericano. Sin embargo, la situación puede tomar un cariz mucho más oscuro.

Las medidas de presión de la plantilla, hastiada de los retrasos y los impagos, podrían llevarles a la rebeldía con duras consecuencia como negarse a entrenar, denunciar al club por la justicia ordinaria (interponer la reclamación en un Juzgado) o buscar una salida inmediata a otro equipo. No son pocos los jugadores que cuentan con ofertas para abandonar el Málaga, pero hasta el momento, casi todas habían sido desechadas.