Londres es estos días el epicentro del mundo. Los Juegos Olímpicos invaden cada casa en el resto del planeta. Pero el malaguismo mira con recelo a la capital de Inglaterra a la espera de un acontecimiento que acabe de una vez por todas con uno de los culebrones del verano.

Y es que Santi Cazorla está en tierras británicas desde el pasado jueves, cuando se ausentó del entrenamiento para marcharse hasta Londres para estampar su firma en su nuevo contrato gunner.

El club daba por hecho el acuerdo con el Arsenal, a la espera de que el desembolso sea inmediato. Y ayer era el día señalado para el internacional español y exmalaguista fuera presentado como nuevo jugador gunner.

Sin embargo, y pese a que Cazorla pasó el pertinente reconocimiento médico por la mañana, la fumata blanca no se dio. Desde Inglaterra apuntan varias versiones al respecto. La primera, que los agentes del jugador exigen una subida salarial en su ficha mientras que otras fuentes apuntan a que la salida de Van Persie está frenando el acuerdo y el desembolso económico.

Lo cierto es que hay cierta confusión con el precio de la venta de Cazorla. Los medios británicos elevan la cifra a 16 millones de libras, lo que supondría 21 millones de euros. Pero en el club blanquiazul se confirmó que el acuerdo había sido inferior a los 20 millones de euros, casi acercando la venta a los 16 millones de euros. Todo por cobrar de inmediato.