El día más feliz en la vida de Fabrice Olinga Essono

Fabrice Olinga, que comparte habitación en la Universidad Laboral junto a los también canteranos Álex Mula e Iván García, es el menor de una familia de nueve hermanos de Douala, la capital económica de Camerún. Su padre es empresario y se dedica la exportación de productos. No en vano, Douala es la mayor ciudad de este país africano y, asimismo, puerto de entrada de mercancías (petróleo, café y cacao) hacia Chad y la República Centroafricana.

Fabrice, como quiere que se le llame, tiene como ídolos a los delanteros Ronaldo Nazario y Cristiano Ronaldo, y al velocista de 100 metros y recordman mundial Usain Bolt. Su velocidad de movimientos, como demostró en el primer gol de la Liga 2012/2013 es tan meteórica como su carrera deportiva. Se inició en el fútbol en el Yaoundé, equipo de la capital de Camerún, pero su calidad pronto fue detectada por los ojeadores de Fundesport, la fundación que apadrina Samuel Eto´o, que lo incluyeron en dos ediciones del llamado Hope Festi Eto´o, en el que se proclamó máximo goleador del torneo con diez años (2006). Fue el Real Mallorca su puerta de entrada en Europa, ya que a raíz de varios torneo disputados en León, Lanzarote y Benidorm, lo firmó en 2008. Llegó al club mallorquinista el 25 de diciembre de ese año, junto al también camerunés Tchaha Leuko (tres años mayor, en el juvenil del Valencia, aunque también se entrena con el primer equipo). En esa misma época arribó a La Masía Jean Marie Dongou (un año mayor que él, ahora en el Barça B). Con la selección balear cadete, se proclamó subcampeón de España en una final en la que llegó a marcar.

Casanova, su descubridor

Fue Manel Casanova, director de La Academia del Málaga CF, el que dedició incorporarlo hace ahora un año a la disciplina blanquiazul, cuando era pretendido a su vez por el Real Madrid.

El padre de Fabrice prefirió que firmara por el club de Martiricos, al considerar que tendría más oportunidades de jugar en el bloque dirigido por Manuel Pellegrini. Aunque llegó con categoría de cadete, en un principio, fue enrolado en el juvenil del San Félix. Pero un partido fue suficiente para que los entrenadores decidieran que diera el salto al juvenil de Liga Nacional, donde disputó una decena de encuentros hasta convencer a los técnicos de la necesidad de subir al juvenil de División de Honor. Su participación fue determinante para llegar a la final de la Copa del Rey de la categoría, que no pudo jugarla al estar sancionado. A finales de la pasada campaña, Patrice realizó algunos entrenamientos con el Atlético Malagueño e incluso llegó a ser convocado por la Federación Malagueña Cadete.

La ausencia de delanteros tras las marchas de Van Nistelrooy (colgó las botas), Rondón (firmó por el Rubin Kazan) y la lesión de Baptista, además de la valentía de Manuel Pellegrini de apostar por él en detrimento del también canterano Juanmi frente al Celta, le ha hecho entrar en la historia del fútbol español.

Este prometedor delantero, que lleva el dorsal 45 en la espalda, quiere convertirse en el «nuevo Eto´o» del fútbol español. De momento, Fabrice ha debutado en Primera antes de que lo hiciera Samuel Eto´o. El exazulgrana llegó a España de la mano del Real Madrid con apenas 15 años, pero debutó en la máxima categoría con 17, mientras que el malaguista lo ha hecho con 16. Y el primer gol de Eto´o, en la temporada 1999-2000 con el Mallorca, fue cuando tenía 19 años.

Pese a su juventud, Fabrice, que estudia en el Liceo Francés (junto a los hijos de Jeremy Toulalan) es un chico «educado, centrado y ordenado», según señala un técnico de La Academia. Su habitación es la más mostrada cuando llegan los padres de futuros talentos a la Universidad Laboral. Es el decimoséptimo camerunés en jugar en España. En breve se unirá el azulgrana Álex Song.