Es ante el Sporting, tanto en el antiguo Nervión como en El Molinón, donde Pipi realiza sus mejores partidos en el Sevilla con resultados totalmente positivos. En ambos gana el Sevilla por 0-1. En la temporada 67-68 llega de entrenador Antonio Barrios. Desde un principio aparta a Pipi del equipo, olvidando que la anterior, cuando se había recuperado de las lesiones había demostrado su valía futbolística contribuyendo a la permanencia del equipo en Primera División.

Me consta, porque fui testigo directo, que la afición se puso de parte de Pipi, pero el entrenador, ni caso. Así le fueron las cosas deportivas para el Sevilla, que ni Arza puso salvar al equipo del descenso.

Las relaciones fueron tan tirantes que acabó en la Magistratura del trabajo de Sevilla y posteriormente en el Tribunal Central, donde se dictaminó entre otros temas: «Que los futbolistas son trabajadores por cuenta ajena con derecho a litigar por la jurisdicción laboral». Una decisión que iba a transformar profundamente la legislación laboral de nuestro fútbol. Le cabe pues a Alberto Suárez Pipi ser el primer futbolista de España que llevó a un equipo a Magistratura (años 1970-71). El futbol español le debe una a Alberto Suárez Pipi, pues fue él quien abrió una espita que hoy es absolutamente normal.

Regreso a Málaga. Al finalizar la temporada 1967-68 se retiró y regresa a su Málaga y aquí se establece. Crea un negocio relacionado con el futbol «Deportes Pipi». Pero la vida le depara serios acontecimientos en su familia cuando ya tenía su vida enfocada en su Málaga. Su mujer Araceli fallece el 1 de julio de 1972 al nacer su cuarto hijo, una niña, que se llamará en recuerdo de su madre, Araceli. Pero Alberto Pipi sabe que tiene que reponerse y sigue adelante. Conoce a una mujer que le ayuda en estos duros trances: Dolores Pons «Laly», con la quien contrae matrimonio en junio de 1980. Fruto de este enlace nacerá una nueva hija, Begoña. Pero todavía la vida le da un nuevo revés, en agosto de 1985 fallece en accidente de moto su hijo Jesús con 19 años de vida.

Su virtud mas destacable fue la GENEROSIDAD. Esta fue su virtud más destacable, lo suyo era «dar» sin esperar nada a cambio, ya fuese dinero, ya fuese tiempo aún más importante. Su participación en empresas de otros no siempre le produjeron beneficios. Su apoyo a proyectos como el «Centro Asturiano de Málaga», «Peña Malaguista», «Peña Malagueña»€ Su entusiasmo y dedicación. Su permanente atención a todos los «antiguos alumnos del I.C.E.T», que desde todas las regiones de España, sabían tener en «calle la Bolsa» a su embajador para atenderles y obsequiarles. Sus préstamos no siempre resarcidos. Su disposición permanente a invitar al «cafelito», le hace inolvidable.

Alberto Suárez Pipi murió un 8 de diciembre de 2001. Las cenizas de Pipi se han esparcido en «La Rosaleda» y en la orilla del Mar Mediterráneo, delante de su «querido ICET», y sigue muy presente en Asturias y en Málaga y en los corazones de todos los amigos que dejó en toda España por su sencilla y plena forma de vivir.

Homenaje de El Palo. Don José Caparrós Lupiáñez, sintiéndose portador del sentir general del barrio de El Palo, se puso en contacto con la entonces concejala paleña Dª Alejandra Aranda, haciéndole saber de que su barriada de El Palo deseaba mostrar el reconocimiento popular hacia Alberto Suárez Pipi y querían que el Ayuntamiento le dedicase un lugar para que se recordase.

Hechas las gestiones, el Ayuntamiento de Málaga acordó dar el nombre de Alberto Suárez Suárez Pipi a los Jardines, sitos frente a la playa Virginia. A tal efecto, el 8 de marzo de 2003 el Excmo. Sr. alcalde don Francisco de la Torre descubrió la placa que da nombre a los Jardines.

Su hijo, José Alberto, pronunció unas emotivas palabras de agradecimiento en nombre de su familiares y amigos.

Como le hubiera gustado a Pipi, con humildad, como se ganó a las gentes que tuvieron el gusto y placar de conocerle y tratarle. Como se le recuerda en su San Frechoso y Sotrondio natal, como le recibieron, le quieren y le recuerdan en el barrio de El Palo: Un malagueño-asturiano simpático y generoso.