Rusia albergará el Mundial de fútbol de 2018. Los episodios violentos que se producen a menudo en algunos estadios de este país constituyen un gran motivo de preocupación para los organizadores. El movimiento más racista de Rusia y uno de los más violentos del continente europeo pertenece a una sección de la hinchada del equipo que será mañana rival del Málaga CF en la penúltima jornada de la Fase de Grupos de la Champions, cuyo lema reza: «No hay negro en los colores del Zenit».

En determinadas zonas del Estadio Petrovsky pueden verse a algunos seguidores radicales del Zenit vistiendo capuchas del Ku Klux Klan, aunque el club trata de erradicar a este tipo de aficionados ultras.

El entrenador Dick Advocaat, quien dirigió al Zenit de 2006 a 2009, declaró que durante su etapa como técnico del equipo ruso no podía fichar jugadores de color: «Yo estaría encantado de firmar a alguno, pero a los fans no le gustan los jugadores negros», reveló en 2010. Meses más tarde llegó el defensa central brasileño Bruno Alves, que protestaron mucho el color de piel, si bien al final dieron el «sí» por ser más mulato que negro. Nunca ha habido jugadores africanos en este club.

El pasado 27 de agosto, el jugador mejor pagado del mundo, el camerunés Samuel Eto´o, del Anzhi Majachkalá (cobra 20 millones de euros al año), hizo un llamamiento a la calma tras una ola de violencia entre los aficionados de Anzhi y el Zenit que se saldó con más de un centenar de detenciones en Moscú y San Petersburgo. En el partido del 18 de agosto entre ambos equipos, un aficionado del Zenit fue gravemente herido a causa de los enfrentamientos con la hinchada del Anzhi. Tres días más tarde, en San Petersburgo, tres seguidores del Anzhi fueron atacados violentamente por una treintena de radicales del Zenit que se preparaban para ir a Moscú para asistir al encuentro Anzhi-AZ Alkmaar, correspondiente a la Fase Previa de la Liga Europa.

En marzo de 2008, en el partido de octavos de final de la Copa de la UEFA entre el Zenit y el Olympique de Marsella, competición con la que el combinado ruso se alzó con el título, se produjeron numerosas agresiones verbales de carácter racista contra los jugadores de color del equipo francés. La UEFA llegó a barajar la posibilidad de expulsar de la competición al Zenit, pero finalmente se le multó con 50.000 euros.

En marzo de 2011, en un partido Zenit-Anzhi, un aficionado le lanzó un plátano al exmadridista Roberto Carlos. El club y la policía investigaron el caso, además de la Federación, que multó al primer club con 7.000 euros. A finales de ese mes hubo una pelea entre aficionados del Zenit y del Anzhi. Unos 40 ó 50 ultras del Zenit agredieron a 16 rivales, con botes de humo de por medio. El enfrentamiento se dio en un McDonalds y terminó con varios detenidos.

El último episodio triste tuvo lugar en el partido de la Superliga rusa de la pasada jornada Dinamo de Moscú-Zenit. El encuentro fue suspendido en el minuto 36 después de que el portero local, Shunin, recibiera un petardo. Los aficionados del Zenit también lanzaron bengalas. Shunin fue trasladado a un hospital, porque señaló que no veía bien y tenía problemas de audición. «Ha recibido una quemadura en la córnea, uno de sus ojos ve mal», escribió Rezelov Alexander, el médico del Dinamo de Moscú. El Zenit recibirá duras sanciones por este incidente.