Manuel Pellegrini admitió «la amargura» que supuso recibir un gol en el último suspiro del encuentro frente al Anderlecht, al igual que ocurrió en el anterior partido frente al Zenit de San Petersburgo, si bien realizó una valoración muy positiva, en líneas generales, del desarrollo de la Fase de Grupos que ha permitido al Málaga terminar invicto, con tres victorias y tres empates.

«Tuvimos la personalidad y el convencimiento de salir a ganar los partidos en cualquier cancha y ante cualquier rival. Hicimos nueve puntos de nueve posibles en los tres primeros encuentros y luego tres empates en los tres siguientes», señaló el chileno, que consideró que el resultado más justo habría sido una victoria blanquiazul en función del número de oportunidades de cada equipo.

«Estoy contento en función de las oportunidades creadas. Tuvimos mas oportunidades que el Anderlecht, que también tuvo sus ocasiones pero menos y las paró Kameni. Estoy satisfecho de la actuación ofensiva, no tanto de la parte de atrás, pero da algo de amargura haber dejado escapar la victoria en el último minuto».

No obstante, como es habitual en Pellegrini, no quiso cargar las tintas sobre algún jugador en particular. Así, cuando se le preguntó por la valoración de la actuación de Oguchi Onyewu, se limitó a decir: «Prefiero centrarme en evaluar el trabajo colectivo. Dimos algunas facilidades en defensa».

Pellegrini lamentó que en los dos choques que han cerrado la Fase de Grupos, antes de afrontar en febrero los octavos de final, el Málaga CF haya encajado un gol en los minutos postreros.

«Desgraciadamente, en los dos últimos partidos nos empataron en el minuto final. Hicimos buenas actuaciones, pero con el partido controlado, al final dimos algunas licencias defensivas, aunque la sensación general es positiva».

Y es que nadie puede olvidar que el conjunto blanquiazul, siendo novato en la máxima competición continental, se ha clasificado como primero de grupo, invicto y jugándole de tú a tú a todos sus rivales (Zenit, Milan y Anderlecht).

«Hemos hecho muy buen grupo, con la fortuna de habernos clasificado dos partidos antes y de haber podido darle oportunidades a otros jugadores».

Para los octavos de final, cuyo sorteo se celebrará el 20 de diciembre, el técnico no tiene preferencias ni prefiere eludir a rival alguno. «No hay rivales accesibles. Me da exactamente igual (el que toque). Lo importante es llegar en febrero con buen nivel y con el convencimiento de que nos podemos clasificar para cuartos».

Sobre Toulalan, dijo que «tiene una lesión muscular». «Vamos a ver de qué grado es», comentó que debía jugar el francés y no Camacho, que llevaba más partidos, y valoró el césped nuevo («significa que está mejor», comentó), si bien reconoció que «está resbaladizo».

Van dem Brom: «Nos vamos con la cabeza alta». El entrenador del Anderlecht, John Van de Brom, estaba visiblemente serio tras el empate que dejaba a su equipo sin opciones de jugar siquiera la Liga Europa y, por tanto, apeado de toda competición continental (el Zenit venció en Milán). «Empezamos mal, sobre todo en los primeros quince minutos, fallamos en la organización y dejamos huecos atrás, pero creamos buenas oportunidades, hicimos cosas bien y nuestro portero estuvo excelente. Pensaba que tenía posibilidades, pero llegó el resultado del Zenit en Milan, nos anularon un gol que fue legal, le pedí explicaciones al árbitro en el descanso y luego recibimos un golazo». El técnico considera que el empate es justo por el poste y la imagen que dio el Anderlecht en la segunda parte. «Podemos dejar la competición con la cabeza alta. Sólo estuvimos mal en el partido ante el Málaga en Bruselas. Sólo nos queda esperar a la campaña que viene. Ojalá juguemos otra vez la Champions».