Julio Baptista recela de ponerse fecha de vuelta. De hecho, cuando se le pregunta cuándo estará listo, intenta rehuir una respuesta, como es lógico, después de un calvario de lesiones que parecen no tener fin. El pasado sábado, tras el partido contra el Granada CF, pasó por la zona mixta con algunas prisas y se limitó a decir: «Todo va bien, todo va bien».

Sin embargo, a sus allegados les ha comentado que su intención es reaparecer frente al Real Madrid, su ex equipo, el próximo 22 de diciembre, partido que comenzará a las 20.00 horas.

Casi con toda seguridad, el brasileño no jugará desde el inicio, pero su deseo es jugar al menos algunos minutos del último choque del año para, de esta manera, acabar 2012 sin ese mal sabor de boca de no haber participado en lo que va de Liga en estos meses del año que está a punto de expirar.

Baptista está ávido de participar de los éxitos blanquiazules, tanto en la Liga como en la Champions, y precisamente esas ganas de jugar cuanto antes le jugaron una mala pasada hace tres semanas, cuando sufrió en un entrenamiento una pequeña contractura muscular que llevó al jefe de los servicios médicos del club malaguista, Juan Carlos Pérez Frías, a aconsejarle que dejara durante tres semanas el balón y se limitara a los ejercicios en el gimnasio y en la piscina.

No fue una recaída respecto a la lesión que le ha dejado en el dique seco (fibrosis y rotura parcial degenerativa en el tendón de aquiles derecho, de la que estaba completamente recuperado), aunque sí le ha impedido cumplir con los plazos que se había marcado en un principio, ya que quería volver a pisar un terreno de juego a comienzos de este mes. No obstante, el genial futbolista aún está a tiempo de poder jugar en lo que queda de año y en uno de los encuentros más esperados de la temporada, como es frente al Real Madrid de Cristiano Ronaldo, Benzema y compañía.

Julio Baptista recibió en la tarde-noche de ayer el premio al Hombre Más Elegante de Málaga, en relación a los personajes famosos, que cada año otorga la Cadena Cope. Fue un acto celebrado en el Museo del Automóvil a partir de las 20.30 horas.

El jugador malaguista estuvo acompañado de su madre y de su bellísima esposa, Silvia Nistal (ex Miss León), que bien podría haber recibido a su vez el premio femenino a la elegancia, que recayó en la amiga de ambos Blanca Ares, esposa del exentrenador del Unicaja, Sergio Scariolo.

Siempre cordial, Baptista comentó que se encuentra bien físicamente. En los últimos meses se ha esforzado más que nunca, si cabe, en demostrar que aún puede darle muchas tardes de gloria al malaguismo. La afición recuerda con cariño el último gol que marcó en la Liga, en la pasada edición, en el encuentro en casa frente al Getafe que sirvió para completar la remontada (3-2). Un golazo de chilena que acaparó la atención en todos los medios de comunicación. Uno de los tantos más bellos que se recuerdan en La Rosaleda.

Aquel 1 de octubre de 2011 fue su último partido oficial hasta la fecha con el bloque blanquiazul. También llegó a disputar los primeros 45 minutos del encuentro del Trofeo del Olivo, ante el Jaén, tres días más tarde. Y ya no volvió a participar en otro choque.

Todo eso es pasado. Julio Baptista afronta el futuro con mucho optimismo, propio de quien ha sido uno de los mejores jugadores que han pasado por la Liga española, propio de quien ha destacado en el Real Madrid y en el Sevilla, además de en el Málaga.

Su concurso fue fundamental para que el equipo malacitano consiguiera la permanencia en Primera División hace dos temporadas, en sus primeros meses como malaguista. Entonces también sufrió una lesión, de la que se recuperó con celeridad en su país natal, Brasil, tras la cual llegó a marcar siete goles en ocho encuentros, algo sólo al alcance de los mejores.

El 22 de diciembre, el día que se sortea la lotería de Navidad, si se cumplen los deseos de Julio Baptista (ha perdido varios kilos hasta alcanzar nivel óptimo) de poder reaparecer frente al Real Madrid y así volver a enfundarse la elástica blanquiazul, al Málaga le habrá tocado el «Premio Gordo». Porque será señal de que está totalmente recuperado y disponible para Manuel Pellegrini el mejor jugador de la plantilla.

Los servicios médicos muestran su máxima prudencia al respecto. Baptista quiere volver a sentirse futbolista y agradecer a la afición el cariño que le muestra a diario.