El nuevo escenario al que debe enfrentarse el Málaga CF, después de que la UEFA hiciera ayer pública la sanción de un año sin jugar competiciones europeas, se plantea muy complicado no sólo por como queda el club en la actualidad, sino por el futuro más inmediato, que se presenta repleto de daños colaterales si el recurso ante el TAS no prospera y finalmente ratifica la sanción impuesta. Y no sólo para el club, la exclusión del Málaga CF para jugar en Europa también repercutirá de manera negativa a la imagen y a la economía de la ciudad.

Incertidumbre en la plantilla

En lo deportivo, el mazazo por la sanción se empiezan a notar desde el día de hoy. Y es que, es inevitable que el castigo no produzca cierta incertidumbre en el seno del vestuario malaguista, aunque hasta ahora y pese a todos los problemas económicos que el club lleva arrastrando desde verano, han conseguido aparcarlo para completar el mejor arranque que se le conoce a la entidad de Martiricos en su historia.

El 1 de enero se abre el mercado de invierno, y aunque Pellegrini se ha mostrado reacio a incorporar jugadores por la situación económica, su director deportivo Mario Husillos, sigue peinando el mercado para reforzar el equipo con un central. Pero la nueva situación dificulta, más si cabe, realizar cualquier operación ahora.

La repercusión de las medidas adoptadas por la UEFA han sido universales y Husillos deberá hilar muy fino para convencer a cualquier jugador para que firme por un club inmerso en delicada situación. En un principio, la sanción no tiene por qué influir para que algún jugador salga de manera inminente. Los futbolistas están al día en cuanto a sus pagos y deportivamente es difícil encontrar un reto más apetecible que el que se les presenta a los blanquiazules hasta el final de temporada (cuartos en Liga, clasificados para octavos de la Champions y vivos en la Copa).

Fichajes y posibles salidas

De no prosperar el recurso, parece inviable que el Málaga CF pueda retener en su plantilla a figuras de la talla de Isco, Monreal, Toulalan, Joaquín, Demichelis... Y es que, sin los ingresos por jugar la Champions League y una vez que el jeque Al-Thani anunciara que el club tiene que financiarse con sus propios recursos, se antoja misión imposible pagar los sueldos de sus actuales estrellas.

El Málaga, realizando encaje de bolillos, ya consiguió mantener el bloque deportivo durante la gran crisis del pasado verano. Es cierto que la situación límite obligó a vender a Cazorla y Rondón, pero consiguió retener a otros pilares básicos para la escuadra de Pellegrini.

El dinero que el Málaga ingresa por su participación en la Liga de Campeones era ahora más importante si cabe, ya que de esa partida salen las altas fichas de sus futbolistas.

Imagen negativa

La repercusión negativa de la sanción no sólo golpeará a la imagen del club blanquiazul, que pese a los esfuerzos de sus dirigentes por mantener a la entidad limpia, la repercusión mediática de la resolución adoptada por la UEFA no hace otra cosa que empeorarla. La ciudad también sufrirá las consecuencias, ya que hoy en día el Málaga CF es uno de los principales reclamos con los que cuenta la ciudad de cara al exterior. La marca de Málaga y su provincia como foco del turismo en el extranjero va ligada a la del Málaga CF, por lo que noticias de este tipo también influyen negativamente.

Economía

Puede parecer algo descabellado, pero la exclusión del Málaga CF de competiciones europeas también repercutirá en la maltrecha economía malagueña. En tiempos de crisis, cualquier activo que genere visitas y turismo a la ciudad es bienvenido, y el reclamo de la Champions lo era. Hasta ahora, Málaga ha sido «invadida» por griegos, rusos, italianos y belgas, que dejaron un buen dinero en la hostelería local. En esta temporada, de momento se espera la llegada masiva de los hinchas portugueses del Oporto.