El director general del Málaga CF, Vicente Casado, anunció el viernes la intención del club de solicitar de inmediato una reunión con las tres instituciones propietarias de La Rosaleda (Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Diputación) para solicitar la «compra» del estadio a un «precio simbólico». El propio responsable volvió ayer a repetir sus palabras durante la Junta General Ordinaria de Accionistas, y apuntó que es «importante contar con un patrimonio» y que la idea es obtener un «precio simbólico», aunque es consciente de que los propietarios no la «regalarán». Y es que el club necesita patrimonio para seguir creciendo y, en su momento, para poder utilizarlo como aval y garantía de pago en nuevas negociaciones, bien con Hacienda o con otros clubes y organismos.

La Opinión se puso ayer en contacto con los tres propietarios, que se pronunciaron en una misma dirección. Las instituciones le tienden la mano al club, pero confiesan que jurídicamente es ilegal «regalar o vender por debajo de su precio de mercado» un bien que es propiedad de «todos los malagueños». Y es más, apuntaron que la propia Intervención de las administraciones les impediría deshacerse del estadio, tras la inversión de 36 millones efectuada hace unos años.

La Rosaleda es propiedad, a partes iguales del 33%, de las tres instituciones públicas y a día de hoy está arrendada al Málaga Club de Fútbol a coste cero. El convenio de uso que se suscribió en su día estableció un alquiler de 180.000 euros para invertir en el fútbol base, una cantidad que por entonces el Málaga presidido por Fernando Sanz no llegó a abonar. Se acordó, más tarde, que no se realizara coste alguno, aunque todavía sigue en vigencia el convenio anterior, por lo que urge la firma de un nuevo documento que establezca las actuales condiciones.

Fuentes municipales del Ayuntamiento de Málaga recordaron a este periódico que «la posible compra del estadio ya se suscitó a principios del pasado mes de junio y las administraciones se pronunciaron en el sentido de que si se plantea una negociación formal por parte del club -cosa que no se ha producido-, habría que abordar la cuestión conjuntamente y sobre la base de análisis técnicos que marquen un justiprecio».

«Estamos abiertos a esa negociación, pero también depende de los otros propietarios, no sólo del Ayuntamiento. Como además son las tres administraciones las propietarias del estadio lo aconsejable es abordarlo tras ese diálogo. Por tanto, habrá que esperar a que el club haga una propuesta formal y se pueda analizar y estudiar», finalizaron estas fuentes.

El consejero de Cultura y Deporte de la Junta, Luciano Alonso, recordó que «las tres instituciones ya rescataron a La Rosaleda tras la desaparición del club», al mismo tiempo que rememoró «los 36 millones de euros que costó la remodelación al erario público». «El estadio es un patrimonio de los malagueños y de la provincia. Por tanto estudiaremos las posibilidad de ayudar al club, como siempre hemos hecho. Pero desde un punto se visto de una venta simbólica, eso es algo que no se puede hacer», expresó.

Alonso señaló que el club es «una sociedad anónima, cuyo titular no es un ciudadano español, por lo que habría que estudiar jurídicamente las dos opciones, sobre todo la de cómo vender por un precio que no es de mercado un bien que es de las instituciones públicas». Reiteró el consejero la «disponibilidad al diálogo», e insistió que «no puede ser un precio simbólico» porque además la Intervención no lo permite.

En el mismo sentido se pronunció Marina Bravo, la responsable de Deportes en la Diputación de Málaga, que en primer lugar señaló que nadie del Málaga CF les «ha planteado aún la posibilidad de adquirir el estadio La Rosaleda, al menos no de forma oficial».

«En cualquier caso, La Rosaleda no pertenece sólo a las tres administraciones poseedoras de la titularidad del campo, sino a todos los malagueños. Además, estas instituciones han hecho una importante inversión en el estadio tras su compra. No se puede asignar un precio sin que lo estudie y lo decida una comisión técnica».

De esta forma, Bravo abundó en la misma idea: «De venderse el estadio, debería ser a precio de mercado ya que es un patrimonio de todos y el valor deberían fijarlo los técnicos», subrayó.