El primer entrenamiento de 2013 fue una fiesta en las gradas del Estadio de Atletismo. Nadie quiso perdérselo después de 11 días de vacaciones de la plantilla. Ni siquiera el Mocito Feliz. Hubo 4.500 personas, ávidas de fútbol en un año que debe ratificar la ilusión que desprenden los aficionados blanquiazules en sus caras.

Las gradas estaban pobladas de seguidores malaguistas, cientos de ellos niños, al no haberse reanudado aún las clases. Muchos de los pequeños llevaban libretas para conseguir autógrafos de sus ídolos. La plantilla malaguista, con la ausencia de Manuel Pellegrini (todavía en Chile, por problemas de salud de su madre), apareció en el césped a las 17.03 horas, recibiendo una calurosa ovación, que se repitió en las dos vueltas y media que dio al campo cuando pasaba por el lado de las gradas. Sin el chileno, el segundo entrenador, Rubén Cousillas, dirigó la sesión, que contó con 25 jugadores, entre ellos los integrantes del filial Pol (portero), Jurado (lateral) y Fabrice (delantero). El único futbolista que no estuvo sobre el terreno de juego fue Baptista, que trabajó en el gimnasio.

La noticia positiva fue ver en acción a Jeremy Toulalan, que participó en el partidillo con el que concluyó el entrenamiento e incluso remató al larguero, ya recuperado de la rotura fibrilar que sufrió el 4 de diciembre en el encuentro de Liga de Campeones frente al Anderlecht.

A la misma hora de inicio del entrenamiento estaba prevista una concentración de aficionados para protestar por el castigo de la UEFA al Málaga CF. La protesta se limitó a algunos gritos puntuales de un sector del público («Puta UEFA y puto Platini») y a varias pancartas, una de las cuales rezaba: «No jueguen con nuestros sentimientos. Ánimo equipo».

La sesión se dividió en dos partes. En la primera, que duró media hora, hubo carrera continua, ejercicios de estiramientos y con balón y rondos. En la segunda, que duró una hora, hubo rondos a tres y dos bandas y luego Cousillas dividió a la plantilla en dos equipos para jugar un partidillo, con dos onces en los que no estaban Pol, Juanmi y Fabrice.

Los aficionados, muchos de ellos ataviados con camisetas o bufandas, animaron a los jugadores, con cánticos hacia Willy Caballero y Toulalan, y vibraron con los goles de Buonanotte, Iturra, Eliseu, Joaquín y Santa Cruz, y con las paradas de Caballero a Isco y Santa Cruz. A las 18.30 (con 14 grados, pero con mucho frío), concluyó el entrenamiento con gritos de «Málaga, Málaga».