El técnico del Málaga CF, Manuel Pellegrini, y el exjugador y exentrenador Jorge Valdano dieron ayer en La Térmica un «máster» de 70 minutos de lo que representa colgar las botas para un futbolista. El Centro Cívico de Málaga, que agotó el aforo (144 personas) estrenó las charlas y seminarios con dos hombres de fútbol y cultos, en una mesa que estuvo moderada por el exitoso periodista Enric González, excorresponsal de guerra, ex periodista de El País y ahora columnista en El Mundo.

Pellegrini y Valdano coincidieron en que la profesión de futbolista es una de las más agraciadas que existen en el mundo y recomendaron la necesidad de «estirarla al máximo».

Valdano recordó que en su caso fue distinto. «Fue el fútbol el que me dejó a mí y no yo a él. Seis meses después de ser campeón del mundo con Argentina, siendo aún jugador del Real Madrid, tuve una hepatitis que se hizo crónica y tuve que dejarlo». El argentino, además, recomienda tras el ocaso como jugador «estar ocupado con una actividad creativa agradable, porque la sensación de vacío es muy difícil de contentar», pese a que luego hay aspectos positivos como «la prolongación de las noches» y «la salsa de las comidas».

Por su parte, Pellegrini (jugaba de central) contó la anécdota de que fue tras un salto con Iván Zamorano, en el que el delantero le sacó medio metro, cuando pensó en dejar de ser futbolista. «Estuve en el club más grande de Chile durante 14 años y el club tuvo un declive económico. Yo tenía la carrera de Ingeniería. Nunca estás preparado para tomar esa decisión. Llegué a los 33 años y me dije que no podía más». «En 22 años no he conocido a ningún futbolista que se convenza de que debe dejarlo», dijo el ahora técnico blanquiazul, una carrera (la de entrenador) que dijo «estar desgraciadamente más cerca del final» y en la que añadió que «se nota un gran desgaste en relación con las generaciones, a veces con diferencia de 40 años».

En el caso de Pellegrini, le tocó darle a Raúl el papel secundario, para el que el «7» madridista «no estaba preparado», por lo que se fue al Schalke y luego a Catar.

A Pellegrini le tocó sentar a Raúl y a Valdano, a Butragueño, que una vez le dijo: «No te preocupes. Más o menos lo entiendo. Soy el único de mi familia que lo entiende». Y recordó la anécdota de una anciana, que tomando el té a las 5, en el Hotel Eurobuilding de Madrid, donde se alojaba el Real Madrid, le recordó en varias ocasiones: «Ahí está el gilipollas que echó al Buitre».

Al final, el niño de 8 años Marco Belmonte sonrojó a Pellegrini con su pregunta: «¿Qué debo hacer para ser como usted?». En el acto estuvieron el director deportivo del Málaga CF, Mario Husillos; los consejeros consultivos Martín Aguilar y Ben Barek, y el exportero Fernando Peralta, coordinador de fútbol de la Diputación.

Valdano elogia a Ben Barek, su primer técnico. Jorge Valdano no pudo evitar hacer una especie de reconocimiento a Ben Barek, que fue el primer entrenador que tuvo en España, concretamente en el CD Alavés en el año 1975. Valdano elogió la figura del exjugador del CD Málaga y excoordinador de fútbol 7 y en la actualidad consejero consultivo del Málaga CF, ya que para él Ben Barek tuvo mucha influencia en sus comienzos como futbolista en la Liga española. «No puedo evitar un reconocimiento al que fue mi maestro. Llegué con 19 años y cada vez que cometía un error, y era con mucha frecuencia, me ponía límites y yo le estoy muy agradecido, porque el fútbol también es disciplina».