La incertidumbre por el futuro proyecto malaguista y las varias mensualidades que se le deben al plantel blanquiazul son, además del apartado deportivo -en el que el Málaga CF aún aspira a finalizar en cuarta posición al final de temporada-, las principales preocupaciones del vestuario del primer equipo en este esprint final de la temporada.

Jugadores y técnico esperan como agua de mayo una reunión con Moayad Shatat -que regresó anoche a la Costa del Sol después de estar unos días fuera de Málaga por motivos personales- para que informe de cuáles son las directrices de la propiedad del club de cara a la temporada que viene. Una cita que parece será clave para el futuro de la entidad.

Las deudas a los jugadores (se les debe ya tres mensualidades) y la falta de información interna en cuanto a la planificación deportiva se refiere (hay nueve jugadores del equipo que finalizan contrato el próximo mes de junio) han propiciado que la preocupación entre los hombres de Pellegrini se acreciente.

Por ello, los capitanes del primer equipo -Weligton, Duda, Demichelis y Baptista- junto al propio Manuel Pellegrini, han pedido «audiencia» con la dirección del club para que se les aclare las circunstancias que han supuesto estos nuevos retrasos en las nóminas y qué tiene pensado hacer el jeque con el club en los próximos meses.

Tras la cruel eliminación de la Liga de Campeones y sin la ilusión que ha generado estar en la máxima competición continental compitiendo con los equipos más grandes de Europa, los jugadores creen que la plantilla, hasta la fecha, ha cumplido con creces los objetivos planteados al principio de temporada tras la conjura de Campoamor en la pasada pretemporada.

Con esta premisa, la plantilla se siente con todo el derecho a demandar alguna información de lo que se avecina una vez que finalice la temporada.

Mientras que la parcela deportiva está en standby, sujeta de pies y manos por la falta de transparencia del jeque Al-Thani, y la próxima decisión del TAS respecto a la sanción por un año por parte de la UEFA, los rectores malaguistas continúan trabajando en la parcela económica para cuadrar las cuentas y así poder pagar las mensualidades que les deben a la plantilla y empleados, además de las deudas que arrastran con diversos acreedores.

Y es que en las oficinas de Martiricos esperan el último ingreso de 3,9 millones que la UEFA tiene que pagar al equipo malacitano por haber alcanzado los cuartos de final de la Champions League, además de los derechos televisivos.

Mientras que se define el futuro deportivo del club, sus dirigentes prosiguen las negociaciones con empresas como BlueBay o Hero MotoCorp para que inviertan en el Málaga a través de contratos publicitarios que permitan a la entidad una viabilidad económica para mantener el proyecto deportivo la próxima temporada. Todo está en el aire.

@ManuPuga